Desde diciembre, el precio de la gasolina Premium acumuló un alza de 14 por ciento, cifra por encima de la inflación en el país, lo que ha afectado a 8.2 millones de consumidores, señalan datos del mercado y expertos.
La gasolina roja, que es usada por 24 por ciento de los vehículos, pasó de 19.45 pesos por litro en diciembre a 22.13 pesos durante la última semana de agosto, superando el comportamiento de la inflación de 5.8 por ciento, de acuerdo con estadísticas de la consultoría Caraiva y Asociados.
Esto va contra la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador en diciembre de 2018 cuando dijo que “no aumentarán los precios más allá de la inflación”.
En contraparte, la Magna y el Diésel tuvieron rangos por debajo de la variación de precios, con un alza acumulada de 5.42 y 5.34 por ciento, respectivamente. El costo de la Premium se disparó porque subió el valor de la materia prima para fabricarla.
“Hacer esa gasolina es más caro porque necesitas mayor cantidad de procesos para cumplir con la calidad que requiere”, dijo Ramsés Pech, experto del sector energético.
El combustible rojo atraviesa por un proceso de refinación más largo para disminuir su cantidad de azufre y para alcanzar 92 octanos, mientras que la Magna es de 87 octanos.
A mayor nivel de octanaje, el hidrocarburo tiene una combustión más eficiente, reflejándose en un mayor rendimiento para el motor del automóvil.
“La Premium se ha encarecido más, pero su impacto no se ha reflejado en la inflación, porque no se consume tanto como la Magna; por eso, el gobierno se ha enfocado más en contener los precios del combustible verde y también del Diésel”, añadió Pech.
PAL