En los primeros siete meses del año, las ganancias de la banca aumentaron 40 por ciento, al ubicarse en 96 mil millones de pesos, informó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Sin embargo, la cartera de crédito se mantiene débil por los efectos de la pandemia de COVID-19. En el periodo ascendió a cinco billones 226 mil millones de pesos, 9.5 por ciento menos que el año pasado.
La cartera comercial, que representa más del 50 por ciento de lo que presta, retrocedió 13.7 por ciento. Dentro de este rubro está lo canalizado a empresas, que disminuyó 15.8 por ciento.
El financiamiento al consumo bajó 6.8 por ciento de enero a junio. A su interior, en tarjetas de crédito el monto canalizado cayó 7 por ciento, mientras que los préstamos personales y de nómina bajaron 12.4 y 2.9 por ciento, respectivamente.
El crédito a la vivienda sigue manteniéndose resiliente. A julio aumentó 3 por ciento de manera anual, según datos de la Comisión Bancaria.
La cartera de crédito vencida fue de 127 mil millones de pesos, 2.5 por ciento más que hace un año. Con ello, el Índice de Morosidad se ubicó en 2.37 por ciento, ligeramente mayor que un año atrás.