Las expectativas de recaudación de impuestos de la Secretaría de Hacienda para 2021 son optimistas, porque los ingresos que generaron los grandes contribuyentes en 2020 no son recurrentes, consideró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Para 2021, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) espera recaudar 3.6 billones de pesos y para 2022, 3.9 billones de pesos, según los Pre-Criterios Generales de Política Económica.
“El IMEF considera que, a pesar de que se proyecta un crecimiento importante de la actividad económica tanto para 2021 como para 2022, las proyecciones crecimiento real de los ingresos tributarios de cuatro por ciento y 5.1 por ciento para esos dos años nos parecen optimistas”, comentó.
El año pasado los ingresos tributarios registraron un crecimiento real de 1.2 por ciento, a pesar de que el Producto Interno Bruto (PIB) observó un descenso de 8.2 por ciento, su peor caída desde 1932.
Esto contrasta positivamente con las caídas de los ingresos tributarios en las recesiones de 1995 (-17.4 por ciento) y 2009 (-11.8 por ciento), dijo el IMEF.
Sin embargo, destacó que se utilizaron diferentes activos financieros, como los fideicomisos y los fondos de estabilización, para apoyar los ingresos públicos.
“A diferencia de esas recesiones, en esta ocasión la eficiencia recaudatoria del gobierno propició que una gran cantidad de empresas llevaran a cabo pagos de impuestos de estrategias fiscales fallidas de ejercicios pasados, situación que consideramos que no se puede percibir como recurrente hacia delante”.
Agregó que la falta de apoyo fiscal en 2020 para preservar empleos y empresas -sobre todo de los sectores más afectados por la pandemia de Covid-19 provocó que se perdieran cerca de tres millones y medio de empleos y alrededor de 400 mil empresas el año pasado, de acuerdo con datos del INEGI.
“Consideramos que va a tomar varios años recuperar los niveles de empleo y de empresas a niveles pre-COVID, sobre todo por el severo deterioro en el clima de inversión que han propiciado las consultas ciudadanas de dudosa representatividad, la renegociación de contratos en la industria energética, así como la serie de incesantes iniciativas legislativas anti-mercado”.
Por: Fernando Franco
dhfm