Si existe un carro que a pesar de no ser el más moderno es uno de los favoritos de los mexicanos ese sin duda es el Volkswagen Tipo 1 o cómo lo conocemos en México el “Vocho”, un vehículo de creación alemana pero muy ligado a México que con el paso del tiempo se ha vuelto en todo un ícono de la cultura popular a nivel mundial.
Si bien cuando se toma la determinación de comprara un vehículo la mayoría de mexicanos deciden invertir su dinero en la compra de uno usado pero en buenas condiciones o mejor aún para dar el enganche de uno nuevo en alguna agencia; sin embargo, hay otro sector que prefieren comprar un coche antiguo con la intención de restaurarlo.
En este sentido uno de los favoritos de los mexicanos justamente es el "Vocho", un auto que comenzó su producción en 1938 en Alemania y concluyó en México en 2003, en gran medida porque sus piezas suelen ser baratas y las reparaciones relativamente sencillas, o al menos eso es lo que se piensa.
Pese a esta creencia algunos expertos del mundo automotor señalan que para aventurarse a restaurar un vehículo antiguo como el "Vocho", se debe contar el tiempo, la paciencia, muchas refacciones y sobre todo dinero para hacerlo pues es un largo proceso que no es ni sencillo ni económico.
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¿Cuánto cuesta restaurar un "Vocho"?
Si bien la fama del “Vocho” radica en su eficiencia, bajo consumo de combustible y fácil reparación, en la actualidad en gran medida por la euforia que ha surgido en torno a este emblemático vehículo las reparaciones de motores u otros componentes del sistema así como refacciones elevaron su costo y suelen ser algo caras, aunque sí fáciles de conseguir.
En ese sentido, para Marcos Bureau, director editorial de la revista Vochomanía, la restauración de un “Vocho” puede llegar a ser muy costosa pues según este experto, existen modificaciones o reparaciones en partes como la suspensión de aire, los rines (si son de marcas reconocidas),recambios para el motor o transformaciones a la carrocería, que pueden llegar a costar más que el mismo automóvil.
Según varias entusiastas de los vochos, desde su experiencia, restaurar uno de estos vehículos implica un gasto aproximado de 100 pesos, de los cuales entre el 30 y 40 por ciento se dedican a cuestiones mecánicas, y el resto en aspectos físicos como pintura, asientos nuevos y otros detalles o modificaciones interiores.
¡No importa! “Un vocho es un vocho”
Pese a este panorama de altos costos al aventurarse a restaurar un “Vocho”, muchos entusiastas prefieren tener la alegría de portar un “Vocho” en óptimas condiciones que el gasto que ello implica, no por nada existen diversos clubes y conductores independientes que constantemente organizan y asisten a eventos dedicados únicamente a este emblemático vehículo icono de la cultura nacional y mundial.
SSB