Existen diversas formas de ahorrar dinero para comprar posteriormente algo que se desee; hay personas que prefieren recurrir al banco para guardar un poco de dinero, pero otros incluso debajo del colchón o forman parte de las famosas “tandas”.
En este sentido, las tandas corresponden al tipo de ahorro informal, el cual es muy popular en la población mexicana, pues muchas personas optan por este tipo de ahorro porque usualmente surge la tentación de gastar lo que se va juntando.
Sin embargo, se deben considerar los riesgos de ahorrar o invertir en los lugares equivocados; de acuerdo con la Condusef, las tandas son mecanismos comunes pero no los más seguros.
¿Qué gana realmente la persona que organiza una tanda?
Usualmente una persona organiza a un grupo de personas para aportar cierta cantidad de manera semanal o quincenal, de tal manera que a cada integrante que decidió unirse a dicho ahorro, obtenga el total de lo que juntó a lo largo del tiempo que dure la tanda.
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La ganancia para quien organiza dicha actividad, es que cada integrante pondrá un dinero extra, de tal forma que recibirá ese mismo total que los demás; es decir, le pagarán por organizar y guardar el ahorro.
También se debe tener en cuenta que a la persona que se le entrega el dinero podría quedarse con él, pues aunque sea de mucha confianza, podría ser difícil exigirle que cumpla con lo acordado en un momento dado.
Conflictos que se pueden presentar en las tandas
Además, la tanda no genera rendimiento, por lo que recibirás sólo la cantidad que ahorraste, y ni siquiera completa, porque al organizador le pagarás su parte por la labor.
Cabe señalar que no todas las personas podrían cumplir con los pagos, y que si uno de los ahorradores empieza con fallas en cuanto al pago, la tanda tardará más en pagarte tu parte de ahorro.