El deporte mundial tiene muchas historias de éxito que contar, pero también algunas no tan buenas. En muchas ocasiones las grandes leyendas del boxeo y otras disciplinas no tienen la misma suerte después de anunciar su retiro profesional y terminan en bancarrota. En esta ocasión vamos a presentar la historia de uno de los grandes de la década de los 70 que terminó en la quiebra después de dejar el ring para convertirse en pastor.
El pugilista del que vamos a hablar se consagró campeón mundial en 1973 en la categoría de los pesados, pero el destino le tendría preparado un camino diferente en su vida, ya que cuando se encontraba en un momento importante en su carrera recibiría un llamado de Dios para convertirse en pastor de una iglesia. La vida lo volvería a llevar al ring para recuperar sus finanzas.
Estamos hablando de George Foreman, un joven estadounidense que encontraría en el boxeo la forma de salir adelante y consagrarse como uno de los mejores de su época. Después de consagrarse campeón del mundo en 1973, para ser más precisos, cuatro años después, el estadounidense abandonaría el deporte de los guantes para convertirse en pastor de una iglesia. Las malas decisiones y los negocios frustrados hicieron que perdiera toda su fortuna y tuviera que pensar en regresar al cuadrilátero para recuperar sus finanzas. Se tiene que mencionar que previo retirarse, una vez más del boxeo, lanzó una línea de parrillas eléctricas que lo volverían millonario.
George Foreman, de boxeador a pastor de iglesia
El pugilista nació el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas. Foreman se consagró campeón del mundo en dos ocasiones, por lo que fue llegado a ser considerado como uno de los mejores boxeadores de aquellos años. Lo que nadie se espera era que, cuando comenzaba a despuntar como un grande del encordado dejaría en pausa su carrera por 10 años para dedicarse a Dios. En 1977 se alejaría del boxeo para comenzar una vida como pastor de iglesia.
En los 10 años que estuvo fuera del ring, George perdió toda la fortuna que había generado arriba del ring. Gracias a las malas decisiones y negocios que no funcionaron se quedó en la quiebra. En 1987, Foreman decidió volver al boxeo para recuperar sus finanzas. Los amantes del deporte de los guantes agradecieron su vuelta, ya que todavía tenía mucho que darle al pugilismo mundial. En 1994 salió campeón del mundo por segunda ocasión en su carrera.
Sacó una línea de parrillas eléctricas
Después de recuperar sus finanzas, George haría un negocio más, mismo que saldría bien y lo convertiría en millonario de nuevo. En 1994 lanzaría 'George Foreman Lean Mean Fat-Reducing Harvest'. La línea de parrillas eléctricas saludables fue todo un éxito. Foreman era el nombre y la cara de la marca que se estima vendió 120 millones de parrillas. Se dice que el boxeador se quedaba con el 40 por ciento de las ganancias.
Después del éxito de las parrillas, Foreman se convirtió en el rostro de otras marcas importantes en Estados Unidos. Mientras comenzaba su vida como empresario, Big George continuaba su carrera como boxeador. Fue hasta 1997 que se alejó de los encordados para siempre y en 1999 anunciaría su retiro con 50 años. A partir de este años e dedicó al mundo empresarial y abrió su propia iglesia junto a su quinta esposa, Mary Joan Martelly.
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