El equipo de los Houston Texans es uno de los más prometedores no solo de la División Sur de la Conferencia Americana, sino de toda la NFL, y en gran parte esto se debe a la excelente labor de Nick Caserio, Gerente General del equipo, quien después de haber sido uno de los ejecutivos principales de los New England Patriots por más de diez años, llegó a reestructurar a los Texans, fomentando una cultura ganadora dentro de la Institución, la cual nunca se había distinguido por ser de las más ganadores de la liga.
En 2022 decidieron designar a DeMeco Ryans como entrenador en jefe del equipo, quien durante esa temporada comenzó a implementar su filosofía ganadora e identificó los problemas y las posiciones en las que urgentemente debían de mejorar, ya que acabaron la temporada con un récord de tan solo cuatro victorias, por lo que la temporada pasada hicieron una reestructuración, aprovechando perfectamente su posición privilegiada dentro del Draft para seleccionar a los jugadores de impacto necesarios, tanto a la ofensiva como a la defensiva, con los cuales buscan cambiar el rumbo de la historia de una franquicia que hasta el momento no ha tenido ningún logro importante.
Las riendas de la ofensiva las pusieron en manos del Quarterback novato C.J. Stroud, quien de inmediato dio resultados, brindando una de las mejores temporadas que hemos visto para un mariscal de campo novato, terminando con más de 4,000 yardas por aire y 23 pases de anotación, con lo que posicionó a su equipo en el primer lugar de su División, además de asegurarles un boleto a los Playoffs, donde fueron eliminados por los Baltimore Ravens.
Obviamente una actuación así no podría haber pasado desapercibida, por lo que Stroud fue galardonado con el premio al mejor novato ofensivo de la NFL una vez que concluyó la temporada.
Para asegurarse que la carrera de Stroud siga por el buen camino, este año los Texans han decidido ponerle aún más armas a su disposición, por lo que podríamos estar ante uno de los ataques más mortíferos de toda la liga, y es que Stroud contará con los receptores Nico Collins, Tank Dell, Noah Brown y Steffon Diggs, quien durante varias temporadas fue el objetivo favorito de Josh Allen con los Buffalo Bills.
Stroud ya había desarrollado una excelente química sobre todo con Nico Collins, quien fue su receptor primario, por lo que será sumamente interesante ver cómo repartirá ahora el balón, ya que tiene demasiadas bocas que alimentar, y a Steffon Diggs le encanta ser el centro de atención a la ofensiva.
Durante el campamento de entrenamiento la pelea por ganarse un lugar dentro del equipo será feroz, especialmente entre los receptores suplentes del equipo, ya que el veterano Robert Woods, y los jóvenes John Metchie y Xavier Hutchinson buscarán continuar dentro de la rotación de la ofensiva, mientras que las alas cerradas Dalton Schultz y el novato Cade Stover, quien fue compañero de Stroud en el fútbol americano colegial, también buscarán ganarse un puesto dentro del cuadro titular.
El ataque terrestre del equipo también recibió su respectiva mejora, ya que no seguirá Devin Singletary, quien fue incapaz de alcanzar las mil yardas por tierra, además de que solo pudo anotar en cuatro ocasiones por esa misma vía durante toda la campaña, por lo que han contratado al veterano Joe Mixon, versátil corredor proveniente de los Cincinnati Bengals, quien no solamente es bueno por tierra, sino que también puede servir como válvula de escape por aire.
Una de las prioridades para esta temporada fue la de reforzarse a la defensiva y así poder brindarle mayor apoyo a Will Anderson Jr., quien fue seleccionado como el mejor jugador defensivo de la NFL de la temporada pasada, por lo que trajeron a Danielle Hunter, quien también juega como ala defensiva y acaba de tener la mejor temporada de su carrera jugando con los Minnesota Vikings, donde consiguió 16 capturas de Quarterback el año pasado. Otra de las nuevas adquisiciones son Denico Autry, y el liniero Azeez Al-Shaair, quien es una máquina de hacer tacleadas y conoce a la perfección el esquema táctico del entrenador DeMeco Ryans, ya que él fue su Coordinador Defensivo hace un par de años en San Francisco, donde lo hizo bastante bien.
Por medio del Draft la defensiva secundaria fue la mayor beneficiada, con la selección del esquinero Kamari Lassiter, así como con la llegada del safety Calen Bullock, jugador que competirá con Jimmie Ward y Jalen Pitre por un lugar con el equipo titular.
Los Texans lucen como uno de los equipos más sólidos de la Conferencia Americana, y bajo el mando del entrenador Ryans el cielo es el límite para ellos, así que no debemos de sorprendernos si próximamente los vemos disputando un Super Bowl, lo cual sería algo histórico.
Por Diego Carreño
@diegocarrenoff
