Sonriente, carismático: Dani Alves se convirtió en jugador de Pumas. “Con el fólder cerrado”, bromeó, tras firmar el contrato que lo vinculó por un año al equipo. En las imágenes no se ven las letras chiquitas; sin embargo, es por 65 millones de pesos.
Derrochó simpatía en la presentación en La Cantera, en las instalaciones del club de la UNAM. Agradecido, se mostró ilusionado ante un nuevo reto, nada mal para alguien de 39 años, con 44 títulos profesionales.
Nadie ha ganado más que él en la historia del futbol. Arribó el viernes a la CDMX, pero ya quiere debutar en la Liga MX, donde únicamente tres jugadores poseen un sueldo (anual) superior: Florian Thauvin (113 mdp), André-Pierre Gignac (94 mdp) y Guillermo Ochoa (92 mdp).
“Más allá del futbol y los logros, me gusta dejar un legado a la gente joven, que pueda seguir soñando. Para muchos venir aquí puede ser una locura; para mí, el futbol es mucho más que patear una pelota. Más que un deporte, ha transformado mi vida”, dijo.
Cánticos de la afición felina, presentes en las tribunas, acompañaron la ceremonia del capitán de la selección de su país y exjugador del FC Barcelona. Permanentemente, demostraron confianza alrededor del arribo de uno de los mejores defensas de todos los tiempos.
México es acogedor, principalmente con un sujeto que ha demostrado cariño y respeto: el vínculo es 100 por ciento sincero. Acompañado por Leopoldo Silva, presidente del club, inició la era de un nuevo protagonista en Pumas, un héroe consolidado, que busca trascender, una vez más...
MAAZ
