SELECCIÓN MEXICANA DE FUTBOL

Homofobia y discriminación con el grito en estadios de futbol, reflejo social de México

Catedráticos, sociólogos y activistas coinciden en que las acciones discriminatorias y homofóbicas evidencian la carencia de valores fuera de los estadios

DEPORTES

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Catedráticos, sociólogos y activistas creen que el grito homofóbico evidencia carencia de valores fuera de los estadios (Foto: Twitter) Créditos: Twitter.

La Selección Mexicana enfrenta una Fecha FIFA crucial rumbo al Mundial de Qatar 2022, con dos partidos como local ante Costa Rica y Panamá, en medio de un ambiente complicado por los castigos del grito homofóbico.

El Tribunal del Arbitraje Deportivo (TAS) anuló la sanción de dos encuentros que el máximo organismo del balompié impuso a la Federación Mexicana de Futbol, por las expresiones hacia el portero rival en el duelo en casa ante Canadá, el pasado mes de octubre.

Por ello, esta vez se pone a prueba un protocolo especial con dos mil fans, para detectar con mayor eficacia a los que participen en actos discriminatorios. Son un grupo de control formado por empleados de la FMF y familiares para los nuevos procesos de accesos a los estadios. Los fans deben registrar su boleto con sus datos personales en un sitio web, que les da un código QR, el cual debe ser entregado en la entrada, junto con su identificación.

El futbol mexicano ha recibido más de 15 sanciones por este tema. Las manifestaciones van más allá del deporte.

Claudia Wittig, profesora de la escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey, afirmó que el fenómeno del grito en el futbol mexicano es una cuestión cultural, y consecuencia “de lo arraigado que está el machismo por una cuestión de género”.

“Varios aspectos de la vida en México están regidos por exigencias heterosexuales; cada cosa distinta a lo establecido es tomada como burla o un elemento para causar gracia. Y el deporte está muy marcado por esto”, dijo.

Agregó que al aficionado en México, pese a las advertencias, se le permite todo, “y lo que lleva al estadio es un reflejo de lo que hace muchas veces en la calle y en su colonia”.

Aldo Villegas, activista y comunicador social conocido como Bocafloja, coincide en que el deporte es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad, ya que “hay una correlación directa entre todo lo que sucede y se manifiesta dentro de las gradas y lo que se expresa diariamente afuera”.

“Es un termómetro del sentir social en un espacio en el que por años lastimosamente todo parecía ser permisible bajo la excusa del fervor popular”, indicó el también poeta y artista urbano.

Por su parte, el sociólogo Alberto Baena, colaborador de El Heraldo Radio Michoacán, considera que el ambiente futbolístico se ha vuelto más susceptible a estas expresiones, y recuerda que en la década de los años 90 “los jugadores se dedicaban a hacer lo suyo y no prestaban atención a estos aspectos”.

Añade que los insultos han tomado otro matiz, en una época donde se busca la reivindicación de los derechos sexuales, “y el deporte ha pasado de ser un espacio de desfogue y salida del estrés, a atar el comportamiento de un aficionado, que un día no va a poder cumplir con la expectativa de distraerse”.

Mientras tanto, la Dra. Fabiola López Velázquez, especialista en filosofía, destaca que los medios masivos influyen en la discriminación en el deporte, al “explotar prejuicios y estereotipos, que ya se encuentran arraigados en el imaginario social”.

En ese contexto asegura que se pueden escuchar evaluaciones subjetivas sobre jugadores africanos (rápidos y fuertes), centroamericanos (rudos) y europeos (élite) como “una réplica que tendría su origen en la Colonia”.

Sobre las agresiones verbales y burlas a rivales en los deportes, López Velázquez analiza que puede tener su origen en un planteamiento en el que se hace valer frente al otro. “Se está asumiendo como condición esencial del valor propio la desvalorización (sino la deshumanización) del ‘otro’. Es decir: en la medida en la que sea capaz de despojar al ‘otro’ de su valor, mi persona estará adquiriendo valor propio”.

Cabe destacar que el grito homofóbico no es el único problema social en el deporte. A finales de 2016, el nombre de Colin Kaepernick traspasó los emparrillados de la NFL, al arrodillarse mientras se entonaba el Himno de EU como protesta por la opresión de los afroamericanos. Mientras que el año pasado el movimiento de Black Lives Matter llegó a la NBA, MLB y MLS

Para generar un cambio de raíz, “Bocafloja” considera que se necesita un asesoramiento urgente en las federaciones, instituciones deportivas y aficionados.

“Hablar sobre racialidad, colonialismo, historia, derechos humanos, a partir de una óptica antirracista y anticolonial, involucrando a todos los miembros del organigrama en el deporte organizado a nivel profesional, el cual tenga como plan primario la modificación radical y urgente de reglamentos, misiones institucionales, manejo de medios, administración de fondos para programas formativos y desvinculación comunitaria”. “También ayudaría la formación de comisiones conformadas por especialistas, funcionarias, funcionarios y afición”, agregó la Dra. López.

Por Oscar Zamora y Edgar Sánchez

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