La organización de Tokio 2020 vive entre claroscuros. La estrategia sanitaria funcionó para la justa, pero hay preocupación por la situación financiera y el incremento de casos por el COVID-19 de cara a los Juegos Paralímpicos.
Durante el evento se comprobó la efectividad de la burbuja, pues de 675 mil pruebas realizadas, sólo hubo un 0.02 por ciento de contagios (511 positivos de casi 52 mil entre staff y voluntarios hasta coaches y deportistas).
Tras los JO, el número de enfermos superó la barrera de los 5 mil en la última semana en la capital, cuando a mediados de enero sólo había mil 500 casos. En total hay un millón 9 mil personas positivas y 15 mil 371 muertes en la isla.
En el plano financiero, la inversión de Tokio 2020 no fue redituable: es la edición más costosa de la historia, estimada en 15.4 mdd, y según evaluaciones, los ingresos no fueron ni la tercera parte de su inversión (4 mil 500 mdp).
Debido a que 600 mil fans extranjeros se les impidió la asistencia, quienes además de consumir vuelos, hospedajes y alimentos, comprarían souvenirs y entradas, un rubro que dejó de recibir 800 mdd.
Según Katsuhiro Miyamoto, catedrático en la Universidad de Kansai, las pérdidas son hasta por 23 mil mdd, sin contar los Paralímpicos que comenzarán el 24 de agosto.
Además, los gastos quedaron en manos de la ciudad y las ganancias para el COI (patrocinadores y TV) entre los 3 mil y 4 mil mdd.
SALDO BLANCO
- Según el Comité Olímpico Mexicano, nadie se contagió de la delegación durante la justa.
A TOMAR EN CUENTA
- Japón recibió hasta 40 millones de turistas, en 2019. Este año, la cifra no llega ni al 30 por ciento.
- El país asiático suma 61 millones de personas vacunadas (46 por ciento del total de su población).
- 83% de los nipones se opusieron a la justa.
- 11 mdd, el déficit costo/beneficio.
FOTO AFP
MAAZ