Tigres ya es historia y se convirtió en el primer equipo mexicano y de la zona de Concacaf en llegar a una final de Mundial de Clubes, al vencer 1-0 al Palmeiras.
El cuadro regiomontano se enfrentará por el título de la competencia el próximo jueves al ganador del duelo entre Bayern München, campeón de la Champions league y el AL-Alhy de Egipto, que juegan la otra semifinal este lunes.
El partido comenzó nivelado en los primeros 23 minutos, pero fue el club mexicano el que tuvo las mejores opciones, la primera de ellas, al minuto 3, en un cabezazo de Carlos González, procedente de un tiro de esquina, que el portero Weverton atajó.
El conjunto amazónico reaccionó bien, presionó la salida del cuadro felino y se acercó con algunos disparos que resolvió muy bien el arquero Nahuel Guzmán.
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Pero poco a poco, Tigres se apoderó del partido, de la posesión del balón, comenzó a ser peligroso sobre todo por los costados, por un lado, Chaka Rodríguez y por el otro Luis Quiñones, mientras que André-Pierre Gignac empezó a participar y ser más protagonista.
El francés comenzó a dominar los espacios y tuvo dos claras oportunidades, al 33’, en un cabezazo y en un remate, al 36’, en donde otra vez Weberton evitó el gol.
El dominio del club regio siguió en los primeros minutos del segundo tiempo, y al 52’, un jalón sobre Carlos Salcedo dentro del área brasileña fue marcada como penalti. Gignac, como es su costumbre, marcó con potencia y abrió el marcador.
Palmeiras se fue al frente en busca del empate, pero el equipo dirigido por Ricardo Tuca Ferretti se plantó bien en terreno defensivo, marcó en todo el campo y tuvo espacios para buscar un segundo gol, donde de nuevo Quiñones fue hombre importante.
El cuadro brasileño insistió en los últimos minutos, pero no tuvo la puntería ni la claridad para vencer a la zaga del club mexicano, en un partido que ya quedó en el recuerdo.
POR ÓSCAR ZAMORA
MAVR