Este fin de semana se realizará edición número 20 del Gran Premio de México (Gran Premio de la Ciudad de México Heineken por motivos de patrocinio). La carrera de 7 noviembre significó la primera parada de la tanda de tres fechas seguidas de la Fórmula, conformada además por Brasil y Qatar.
La historia de este evento ya es algo añeja, pues la primera vez que un auto cruzó la meta del antes conocido Autódromo de la Magdalena Mixuca fue el 4 de noviembre de 1962.
El Primer Gran Premio de México fue un evento muy exitoso, sin embargo fue ensombrecido por una trágica y fatal perdida. Pues el 1 de noviembre de ese mismo año un accidente cobró la vida del joven piloto mexicano Ricardo Rodríguez, quien era una de las grandes figuras del campeonato.
A continuación te contamos los detalles de aquella tarde que el asfalto totalmente nuevo se quedó con la vida y los sueños de uno de los dos hombres que le dieron el nombre al Autodromo de los Hermanos Rodríguez.
"Salió disparado del auto": así murió Ricardo
Si tuviéramos que comparar la muerte de Ricardo Rodriguez con otro acontecimiento de talla mundial, lo podríamos hacer con el llamado “El día que el Rock se murió”, pues el deceso del menor de los Rodriguez sonó de igual forma en el mundo como la noticia de las muertes de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Popper, las jóvenes promesas del rock americano en 1959.
¡SE MATÓ RICARDO RODRÍGUEZ! Se podía leer en el encabezado un famoso peridico deportivo de la época.
Ricardo Rodríguez, joven piloto mexicano de solamente 19 años, murió en la pista del Autódromo de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca.
En el texto de La Afición de la mañana del 2 de noviembre se podía leer: “En infinidad de circuitos expuso Ricardo la vida y el Todopoderoso dispuso que fuera aquí en casa, donde encontrara la muerte”.
De acuerdo con las personas que se encontraban este jueves cerca quedó destrozado su cuerpo sobre la curva peraltada y bajo guardarraíl.
Según las estimaciones de la época, el piloto de la escudería Ferrari (el hombre más joven en correr en el equipo hasta ese entonces) venía a uno s180 kilómetros por hora a bordo de su auto y tras perder el control, la promesa mexicana en Fórmula 1 se llevó un fuerte impacto en el el abdomen, por lo que casi se partió en dos.
Sus intestinos regados hicieron horrorosa su imagen en el suelo, según los testigos era una masa sangrienta deforme justo debajo del guardarrail y el muro de protección, donde al momento se convirtió en su tumba eterna.
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