Durante la tercera vacada del serial, el joven Eder López Mejía lidió cortó una oreja a un novillo de la ganadería de San Antonio de Padua, en la plaza Raúl González, en un evento celebrado bajo aforo limitado y medidas sanitarias.
Las tres vacas dieron juego variado, destacando la segunda de la lidia ordinaria para López Mejía, quien mostró voluntad y entrega por su variedad de su tauromaquia.
Con el novillo alcanzó momentos relevantes ante la bravura y fuerza que dio el ejemplar, quien le echó mano en varias ocasiones, pero sólo con golpes sin consecuencias.
Fernando Sosa enfrentó una vaca complicada. El joven torero mostró voluntad ante las condiciones; lidió por la cara. Fue silenciado al retirarse a la barrera.
Y Luis Ángel Hernández se llevó el ejemplar más complicado, que desarrolló sentido y sólo tuvo detalles.