Los 413 días sin una pelea, debido a la pandemia, no se notaron para Saúl Álvarez, quien venció por decisión unánime al británico Callum Smith, proclamándose campeón de peso supermediano del Consejo Mundial y la Asociación Mundial de Boxeo.
El Canelo hizo valer su experiencia, al demostrar que la diferencia de 18 centímetros de estatura menos que su rival no surtieron efecto, ante la explosividad de sus guantes.
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Envalentonado en su entrada por el soundtrack de la película Rocky, pero interpretado con mariachi, el tapatío incrementó su marca a 54 victorias, por dos empates y sólo una derrota, y le propinó el primer fracaso de su carrera a Mundo, quien llegaba con 27 triunfos seguidos.
Desde que el púgil mexicano cayó en septiembre de 2013 ante Floyd Mayweather Jr., suma ya 13 peleas invicto, saliendo ganador en 12 y empatando en una.
Tras acechar a Smith en los primeros seis rounds, a partir del séptimo asalto Álvarez lanzó una lluvia de golpes sobre la humanidad del europeo.
Canelo trabajó con colmillo e inteligencia a un rival que mostró poca resistencia y se cuidó más por no caer a la lona que por ganar. El tapatío se mantiene como el mejor exponente mexicano del boxeo en la actualidad.