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Juan Francisco "Gallo" Estrada y Carlos "Príncipe" Cuadras se disputarán trono de CMB

Este viernes Juan Francisco Estrada expone por segunda vez su título como campeón supermosca del CMB, un cetro que Carlos Cuadras desea recuperar; ambos han enfrentado adversidades que los fortalecen aún fuera del ring

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Se vuelven a encontrar después de aquel duelo de 2017 en el que Estrada salió con la mano en alto Foto: Especial

Cada uno ha enfrentado distintas dificultades y este viernes, los dos subirán los tres escalones para conocer no sólo a quien merece el cinturón verde y oro del Consejo Mundial de Boxeo, sino al que ha sabido brillar con más fuerza en la adversidad. 

Juan Francisco Gallo Estrada y Carlos Príncipe Cuadras se vuelven a encontrar después de aquel duelo de 2017 en el que Estrada salió con la mano en alto, pero para ninguno de los dos ha sido fácil llegar al segundo episodio de esta historia, que se escribirá sin público, a puerta cerrada, en un estudio de televisión para evitar el contagio de COVID-19, pero con los puños llenos de fuego, pues está sobre la mesa el cetro supermosca.

Foto: Especial 

Sobre Gallo Estrada

El sonorense Estrada recién cumplió 30 años de edad, en los que ha vivido continuos tragos amargos, de los que elige siempre el camino difícil, pero glorioso. De niño padeció la perdida de su mamá, Angélica Romero, quien murió a causa de leucemia, y tiempo después, en un accidente automovilístico, falleció su padre; entonces parecía quedar con sus hermanos a la deriva. “Tras el fallecimiento de mi madre, mis hermanos y yo, el menor de todos, nos fuimos a vivir con mi tía Lupita. Mi padre ya no estaba con nosotros. Fue mi tía quien nos crió, nos apoyó en todo”, recordó El Gallo (40-3, 27KO’s).

Pero ante las necesidades económicas en su nuevo hogar, Estrada Romero comenzó a trabajar desde pequeño y con su tío, esposo de su tía Lupita, fue ayudante de albañilería y jardinería para allegar recursos a la casa. 

Cuando su hermano José Luis estudiaba la primaria, se inscribió a una escuela de boxeo para aprender defensa personal, y Juan Francisco, el menor de la familia, le pidió a su hermano que también le dejara entrenar. “Pero nunca pensé que el boxeo sería mi carrera”, confesó.

Como amateur ganó cuatro medallas en la extinta Olimpiada Nacional (tres oros y una plata) y se despidió con un récord de 94-4 y 50 KO’s; pero al no contar con apoyos suficientes para buscar su clasificación a los Juegos Olímpicos, a los 18 años incursionó en el profesionalismo.

Tras cuatro años de incansable esfuerzo, tuvo su primera oportunidad como retador por un cetro del orbe, el 17 de noviembre de 2012, cuando enfrentó al nicaragüense Román Chocolatito González, por el cetro mosca de la AMB y perdió por decisión unánime. “Lo que casi nadie sabía entonces es que tres meses antes de pelear contra Chocolatito, un auto atropelló a mi tía Lupita, falleció y no encontraron al culpable”, recordó el sonorense

El 9 de septiembre de 2017 fue su primer duelo ante Carlos Cuadras y salió triunfante por decisión unánime, lo que lo convirtió en el retador indiscutible de Sirsaket Sor Rungvisai por el título supermosca del CMB. La velada se pactó para el 24 de febrero de 2018, justo en el aniversario luctuoso número 20 de su madre, a quien le dedicó la pelea, pero Juan Francisco perdió en cerrado y controvertido duelo ante el tailandés y el 26 de abril de 2019 regresó al encordado para superar al asiático y adueñarse al fin del cetro mundial que mucho había prometido a su tía Lupita y hasta el cielo dedicó a ella y a su mamá.

Fue el 24 de agosto del año pasado, que en Hermosillo Sonora derrotó al estadounidense Dewayne Beamon, para hacer su primera defensa, y aunque la pandemia postergó sus planes del 2020, la revancha ante Cuadras reactivará su ascendente carrera, con el deseo de convertirse en una de las leyendas del encordado nacional.

“A pesar de las cosas tan difíciles que viví, no me eché a las drogas ni a las fiestas; al contrario, me metí al box. Mi recomendación para los niños es que busquen un deporte, allí sacas todo. El box me salvó y gracias a Dios los esfuerzos dan resultados”, dijo El Gallo.

Pero para Cuadras (39-3-1, 27 KO’s) tampoco ha sido simple el camino. Aunque el sinaloense sí representó a México en eventos del ciclo olímpico e incluso fue Campeón Panamericano en los Juegos de Río 2007, una serie de dificultades administrativas lo alejaron de llegar a unos Juegos Olímpicos. Este 2020 cumple la primera década de su debut profesional.

Se inició en el boxeo porque en la primaria era muy peleonero, aunque su padre y sus tíos practicaron el deporte de los puños, no destacaron a los niveles de Carlos Roberto, quien aunque nació en Guamúchil, Sinaloa, pronto migró a Mazatlán, después a Guadalajara, Jalisco y finalmente a la Ciudad de México.

Tras cuatro años de acumular experiencias en el boxeo de paga, la Sala de Armas de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixuhca, de la CDMX, lo vio escribir su más grande historia en el ring: el 3 de mayo de 2014 se impuso, tras una cruenta pelea al tailandés Sor Rungvisai para obtener el título mundial supermosca del CMB; luego de esa difícil batalla, hizo seis defensas una de ellas en Estados Unidos y otra más en Japón, pero conforme relucía su brillo también se acercó a los falsos reflectores, las falsas amistades y los más dañinos vicios: el alcohol y las drogas.

Problemas con drogas 

El originario de Guamúchil, Sinaloa fue suspendido por el Consejo Mundial de Boxeo en abril de 2018 para iniciar de forma voluntaria un tratamiento contra la adicción de drogas y alcohol. 

“Nunca fallé a una prueba antidopaje, siempre respeté el deporte; sin embargo el consumo de estas sustancias en mi vida privada, entre peleas, ciertamente afectó mi carrera en el deporte que amo. Estoy muy agradecido con quienes me han apoyado en estos tiempos difíciles y me siento muy avergonzado, me disculpo con el público y con mi deporte, he estado viviendo en el infierno, pero soy un campeón y saldré victorioso”, dijo el sinaloense, quien en días pasados dio positivo a la prueba de detección de COVID-19, por lo que estuvo a punto de caerse el añorado duelo contra El Gallo, pero en un segundo estudio salió libre de coronavirus.

Cada uno llegará al cuadrilátero con dificultades superadas, con entrenamientos consumados, con los puños potentes y listos para la contienda que encumbrará el nombre de uno de los dos como monarca del organismo verde y oro, pero aún antes del pleito, ambos llegan como campeones de sus propias adversidades.