TENÍA 85 AÑOS

Murió Richard Serra, escultor que destacó por sus obras monumentales

Desde grandes pilas de metal en el desierto hasta placas ondulantes en museos, el norteamericano Richard Serra destacó por sus propuestas artísticas de vanguardia

CULTURA

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Richard Serra es considerado como uno de los escultores más influyentes de las últimas décadas.Créditos: AFP

Gran figura del arte contemporáneo, el estadounidense Richard Serra, fallecido el martes a los 85 años según The New York Times, colocó al espectador en el corazón de sus monumentales y minimalistas esculturas de acero que reflexionan sobre el espacio y el medioambiente.

Para él, la forma de sus obras estaba determinada por la materia y el lugar de su exposición, puesto que esto modifica la percepción. En 2008, instaló en la nave del Grand Palais de París unas gigantescas placas angulosas con una inclinación inquietante en su exposición "Monumenta". En el museo Guggenheim de Bilbao ocho enormes obras curvadas y en espirales envuelven a los visitantes.

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"Cuando se observan mis obras, no se recuerda un objeto. Queda una experiencia, un pasaje. Experimentar una de mis piezas es sentir una noción del tiempo, del lugar y reaccionar a ello. No es acordarse de un objeto porque no hay un objeto a retener", explicaba en 2004.

Inspiración desde los astilleros

Mandíbula imponente y mirada de acero, Richard Serra atribuía su fascinación por los conceptos de peso y equilibrio a uno de sus primeros recuerdos, que se convirtió en un sueño recurrente.

Tenía cuatro años y asistía a la salida de un acorazado de los astilleros donde trabajaba su padre. Con la mirada del niño, la enorme nave encallada en tierra, parecida a un rascacielos tumbado, se convierte en una estructura libre, flotando a la deriva.

Los materiales rotundos manipulados con audacia son la firma de este creador. Foto: Museo Guggenheim Bilbao

"Mi intimidación y mi asombro vinculados a ese momento jamás desaparecieron", contaba el escultor, nacido el 2 de noviembre de 1939 en San Francisco, de madre de origen ruso judío y padre español. Después de estudiar literatura inglesa en la Universidad de California, Serra entró en Yale para cursar artes plásticas.

Serra realizó obras que se exponen en todo el mundo. Foto: AFP

Gracias a una beca marchó a París, donde se dejaba caer casi a diario por el taller del escultor rumano Constantin Brancusi en el Museo Nacional de Arte Moderno. El entonces aspirante a pintor decidió entonces centrarse en la escultura. En España quedó rendido ante "Las meninas" de Velázquez, en el que un juego de espejos hacen que el espectador se vuelva parte integrante de la composición.

"Lo contemplé un buen rato antes de darme cuenta que era una extensión del lienzo. Eso fue una revelación", explicaba.

De la limpieza a los grandes volúmenes

A finales de los 1960 se instaló en un Nueva York en plena ebullición artística. Para sobrevivir monta una empresa de limpieza de muebles en la que emplea como asistente al compositor Philip Glass.

En 1967-1968, publicó como manifiesto una lista de 84 verbos ("envolver", "apoyar", "cortar", "plegar"...) y 24 elementos de contexto ("gravedad", "entropía", "naturaleza"...) que recoge todos los procesos a su disposición para realizar una obra. Para sus primeros trabajos empleó el caucho, la fibra de cristal, el látex y el neón, para luego proyectar plomo fundido entre muros y suelos como en "Splash" (1968-1970).

Los volúmenes propuestos por Serra cautivan al espectador. Foto: Museo Guggenheim Bilbao

A finales de los años 1960 realiza una obra que fundaría su estilo, "One ton prop (House of cards": cuatro placas cuadradas de plomo de 122 centímetros por lado mantenidas en equilibrio gracias a su propio peso, como si fuera un castillo de cartas.

Fama y construcciones monumentales

A partir de la siguiente década, Serra priorizó las instalaciones al aire libre y el acero Corten. La elección de este material no es arbitraria. Conoce perfectamente sus características y su potencial después de haber trabajado en una acería todos los veranos desde los 16 años.

Los juegos de equilibrio, el peso del acero y la altura de las placas crean en el espectador un sentimiento de inseguridad, de pequeñez, de vértigo. Es una experiencia desestabilizadora, incluso molesta.

Algunas de sus piezas más conocidas se encuentran en espacios públicos. Foto: Wikimedia Commons

En 1981, su obra "Tilted arc", una gigantesca placa de metal de 3.6 metros de alto y 36.6 metros de largo instalada en la Plaza Federal de Nueva York molestaba tanto a los viandantes que tuvo que ser desmontada ocho años después tras una larga batalla judicial.

Una de sus obras recientes, unas torres sombrías que parecen emerger de la arena en el desierto de Qatar, está aislada en las dunas, solamente accesible en todoterreno en un ambiente con temperaturas de hasta 50 ºC.

Con información de AFP