En la Escuela Benito Juárez de Fresnillo, Zacatecas, en la que estudié la secundaria en mi ciudad natal, un grupo de amigos y yo, estudiantes de 12 años, nos juntábamos las tardes de jueves a recitar poemas de Ramón López Velarde, de Rubén Darío, de Cabral del Hoyo, de Neruda, y concursábamos entre nosotros, no para obtener premios, sino para satisfacer esa vena del arte y la cultura que llevamos las zacatecanas y zacatecanos. Zacatecas ha sido cuna y morada de artistas plásticos de enorme relevancia como Pedro y Rafael Coronel, Ismael Guardado, Alfonso López Monreal, Amparo Dávila, Pedro Valtierra, Francisco de Santiago Silva, Alejandro Nava y Manuel Felguérez.
Cultivé una entrañable amistad con Felguérez, basada en la admiración, el respeto y el reconocimiento, así como con Meche, su esposa, su compañera incansable, invariablemente al lado de él, en todas partes y en todo momento. Hoy, a poco más de dos años de su aniversario luctuoso, Manuel sigue muy presente, como todo gran artista, en el entramado del arte universal, así como entre los zacatecanos adoradores de su creación y de su persona. El pasado junio, Felguérez volvió a casa, junto con sus cenizas depositadas al pie del Retablo de los Mártires, en la capilla del Museo de Arte Abstracto de Zacatecas que lleva su nombre, también se formalizó la donación al pueblo zacatecano de más de 400 piezas, entre pintura, escultura y gráfica de su autoría, así como objetos personales y reconocimientos que recibió el Creador Emérito a lo largo de su vasta carrera. Su regreso representa un acto simbólico y sensible para los artistas y la creación de nuestra entidad; después de recorrer los canales del arte de todo el orbe, su presencia, su legado y el patrimonio heredado a este noble pueblo es un acicate para la inspiración de actuales y futuras generaciones de creadores. Esta generosa acción convierte al Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez de Zacatecas en uno de los más importantes de su tipo, orgullo de México.
Los artistas y el arte zacatecano son brillo fulgurante de nuestra tierra, reflejo de los rasgos de un pueblo próspero, trabajador y que ha sabido convertirse en referente a nivel global. Nuestros paisanos perpetuamente buscan la conservación y el enaltecimiento de las tradiciones de Zacatecas más allá de nuestras fronteras territoriales.
Tierra de artistas que plasman su creación a través de la identidad de municipios y comunidades: lienzos, palabras escritas, trazos, notas musicales, aromas, sabores e hilos que forman redes y hacen de nuestro territorio un espacio de artistas y de incesante creación.
Zacatecas es tierra de arte y de artistas con valor universal.
EN LA BÚSQUEDA
El trayecto de los artistas zacatecanos es la apuesta, el riesgo y la búsqueda. Las piezas son transeúntes, conceptos, colores, armonías, sororidades, luces, fachadas, figuras y no figuras. Representaciones de su entorno y su imaginación, cada uno se desenvuelve en sublimes senderos ya transitados, algunos experimentan, otros perfeccionan...
Sara Margarita Esparza Ramírez, escritora
ZACATECAS. TIERRA DE ARTISTAS. EL COLECTIVO
1. Abel Lozano
2. Abraham Orozco
3. Adrián Ruiz Esparza G.
4. César Homero Gutiérrez García
5. David Díaz Leaños
6. Eduardo Román Quezada+
7. Gabriela Marcial Reyes
8. Guillermo Méndez
9. Gustavo Rivas
10. Imuris Ramos Pinedo
11. Iván Leaños
12. José Arturo Ramos Pinedo
13. José Pablo Chávez Román
14. Juan José Macías
15. Julio Román
16. Leopoldo E. Smith Mac Donald
17. Luciana Penjak
18. Luis Rolando Ortiz
19. Mabiz Llamas
20. Maricarmen Puente Montes (artista invitada)
21. Omar Lemus
22. Sara Ortiz García
23. Víctor Ramírez
LEGADO
Si el mundo voltea a ver a Zacatecas que sea porque en su aire se respira arte. Porque en sus ciudades, pueblos y tierras caminan las y los artistas. Y en su memoria zacatecana están los grandes maestros que se han ido, pero han dejado su obra para admirar por generaciones. Que por eso se voltee a ver a Zacatecas.
David Díaz Leaños, escultor.
PAL