ARTES

Diego Rodarte: En busca de la bestia

El artista inició con los animales comunes como los perros, pero halló a otros seres, al participar en “Bestiario”, un proyecto colaborativo de arte, compuesto por más de 70 monotipos y esculturas, generado desde el Taller de Monotipo y Experimentación Gráfica, guiado y gestionado por los artistas

CULTURA

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El artista inició con los animales comunes como los perros, pero halló a otros seresCréditos: Foto: Especial

El artista inició con los animales comunes como los perros, pero halló a otros seres, al participar en “Bestiario”, un proyecto colaborativo de arte, compuesto por más de 70 monotipos y esculturas, generado desde el Taller de Monotipo y Experimentación Gráfica, guiado y gestionado por los artistas Carmen Parra y Emiliano Gironella

YS: Diego, ¿cómo fue que surgió la idea de hacer un bestiario en tiempos interpandémicos?

DR: Tengo la ligera sospecha de que fue una repercusión del encierro de la pandemia, de esta furia, esta bestialidad que gran parte de nosotros experimentamos al estar encerrados. En algún momento  me sentí como una bestia encerrada. Quizás también es una especie de proceso autobiográfico, irónicamente los cuatro, tal vez, somos medio bestias a fin de cuentas. Yo siento que esta época postpandemia fue un parteaguas y fue inclusive un peldaño del proyecto.

YS: ¿Cómo relacionarías esta serie con el cuerpo de tu obra?

DR: Ya conocía a Filo Naxin, pero nunca había trabajado con él. Tengo una relación directa con Demián Flores, y, en esta ocasión, conocí a Emiliano Gironella. Fue como una consecuencia de la amistad, cuando menos nos dimos cuenta ya estábamos manchando placas entre los cuatro.

YS: ¿Me puedes platicar sobre cómo ha sido para ti trabajar en colectivo?

DR:  Creo que una de las cosas que me ha sorprendido más de este proyecto es la colectividad, la interactividad que hay entre nosotros. Los cuatro somos muy distintos, lo que nos une, quizá, son esas diferencias. Creo que las piezas son una consecuencia de esa sinergia que se pueda sentir en el estudio cuando estamos trabajando con los impresores.

YS: ¿Cómo elegiste a los animales que pintas en estos trabajos?

DR: En mi caso, fue un proceso evolutivo. Yo inicié con animales muy comunes, cotidianos, con perros. Y luego la obra fue mutando hasta mostrar a bestias con tres cabezas, y, después, con patas de avestruz. El interactuar con mis colegas me dio pie para salirme de las temáticas clásicas y experimentar más.

YS: ¿Normalmente pintas animales?

DR: No, al contrario, es raro que pinte animales. Fui de algo muy figurativo, hacia la bestia. Me empecé  a alejar cada vez más de la imagen realista y la fui distorsionando. Empecé a dibujar más de memoria y desde la imaginación.

YS: ¿En tu trabajo fusionas figuras de animales con las de estructuras arquitectónicas?

DR: Trato de representar lo que nos rige, la emoción y la razón. Realmente, siempre han estado ligadas la bestialidad con la emoción y la arquitectura con la racionalidad; son los hemisferios derecho e izquierdo. A mí me interesa más una postura, una educación que consista en pensar en el prójimo más que en una postura refinada, me parece mucho más congruente. Y, después de ver lo que le sucede a mi entorno, me cuestiono quién es la bestia y quién es el educado.

POR YUNUÉN SARIEGO

MAAZ