Cúpula

Día Mundial del Teatro: Un arte que nos ha acompañado por milenios

El día mundial dedicado a la disciplina es más que un merecido reconocimiento, es una obligación con el arte que nos ha acompañado

Día Mundial del Teatro: Un arte que nos ha acompañado por milenios
Obra de teatro Máquina de escribir, de Alejandro Ramírez y Felipe Curiel. Cortesía: Alejandro Ramírez Foto: Zony Maya

¿Para qué sirven las celebraciones? Para recordar aquello que no debe ser olvidado, preservar lo bello, lo necesario, y para compartir con otros seres humanos las virtudes de lo que festejamos. Dicho lo anterior, no queda duda que el Día Mundial del Teatro es más que un merecido reconocimiento, es una obligación con el arte que nos ha acompañado durante milenios en un inagotable ejercicio de recreación en donde la vida es teatro y el teatro es la vida.

Esta iniciativa convertida en festejo anual cumple 60 años y el comienzo se remonta a la organización entre creadores escénicos de todo el mundo, el Instituto Internacional de Teatro ITI y la UNESCO, quienes especificaron el 27 de marzo de cada año como fecha para que todos los teatros del mundo celebren, a través de lo que ya es hoy en día una tradición, la lectura de un discurso que es encomendado a una figura de las artes escénicas, con lo cual también se reconoce su labor y aportación.

El primer discurso fue escrito por el dramaturgo francés Jean Cocteau, al que siempre recordaremos por su monólogo La voz humana. Desde entonces hemos leído las autorías de personalidades como Arthur Miller, Laurence Olivier, Pablo Neruda, Judi Dench, Richard Burton, John Malkovich, Darío Fo, Peter Brook, Eugene Ionesco y Lucino Visconti. México ha sido representado en dos ocasiones, la primera en 2006 por el dramaturgo chihuahuense Víctor Hugo Rascón Banda, autor entre muchas de la inolvidable obra La mujer que cayó del cielo o Contrabando.

Sabina Berman, Día Mundial del Teatro 2018, en la sede del ITI UNESCO. (Créditos: Nicolas Sridi, worldtheatreday.org)

En 2018, año que resultó muy especial por el festejo de los 70 años de la creación del Instituto Internacional de Teatro, se escribieron cinco discursos, uno para cada continente, quien representó al teatro de América fue la dramaturga mexicana Sabina Berman, quien desde sus primeras obras ha dado muestra de inteligencia, talento y una inagotable capacidad para hacernos pensar a los espectadores; siempre la recordaremos por sus provocadoras dramaturgias: Entre Pancho Villa y una mujer desnuda, Muerte súbita, Moliere, Testosterona o Feliz nuevo siglo doktor Freud. 

¨Quitémosle al teatro todo lo superfluo. Desnudémoslo. Porque mientras más sencillo el teatro, más apto para recordarnos lo único innegable: somos mientras somos en el tiempo, somos mientras somos carne y huesos y un corazón latiendo en nuestros pechos. Somos aquí y ahora solamente¨.

Algunos pensaran, acostumbrados a la demagogia, que los discursos no son más que una suma de palabras con intenciones de agradar. Nada más incorrecto en el caso de los que se han pronunciado a lo largo de estos 60 años en la celebración del Día Mundial del Teatro. 

Haciendo un recuento, comprobamos la importancia de cada uno de ellos, pues además de celebrar y reconocer al teatro, han dejado testimonio de los tiempos, preocupaciones, alertas y deseos que como comunidad mundial se comparten. Como ejemplo, el escrito hace un año, cuando la incertidumbre pandémica era latente. Este 2022, el discurso tiene otra propuesta, fue escrito por Peter Sellars, director estadounidense que ha destacado por su trabajo en la ópera y montajes de teatro clásico. Sus palabras son un enérgico llamado a regresar a los teatros y sobre todo a trabajar unidos.

Peter Sellars. (Créditos: Ruth Walz. International Theatre Institute (ITI))

Y así, es como cada día las carteleras comienzan a llenarse de nuevos montajes teatrales en todo el mundo, las risas, el llanto, el pensamiento, el terror, la poesía, la reflexión, pero sobre todo la realidad está expuesta sin restricción en un escenario. Con ello, demuestra el teatro su capacidad para sobrevivir a cualquier peligro que lo aqueje.

Los seres humanos seguiremos necesitando la presencia de otros seres humanos para conocernos y reconocernos, por eso es vital que hoy luchemos por todos los espacios escénicos que encontremos a nuestro alrededor, no importa su fachada, su presupuesto, su trayectoria, todos son necesarios. ¿Por qué? Peter Sellars en su discurso parece que nos ha dado la respuesta: ¨No necesitamos que nos entretengan. Necesitamos reunirnos. Necesitamos compartir el espacio y preservarlo. Necesitamos espacios seguros de profunda escucha e igualdad. El teatro es la creación en la tierra de ese espacio donde logramos ser iguales los humanos, dioses, plantas, animales, gotas de lluvia, lágrimas y regeneración¨.

El discurso de este Día Mundial del Teatro me recordó la primera obra que dirigí, sin un peso, pero con muchos deseos. Máquina de escribir, coescrita con Felipe Curiel y protagonizada por Luis Fernando Peña y Lilia Mendoza. Los personajes eran dos hermanos hundidos en la miseria, quienes encuentran en la convocatoria de un nuevo teatro la posibilidad no sólo para sobrevivir, sino para ser escuchados. La escenografía la construimos con todas las sobras de la construcción que encontramos en una bodega, todos pensarían que era una propuesta estética, pero no, era nuestra imaginación, y por lo visto, la del espectador coincidía, porque nos ganamos los aplausos y las risas por cinco semanas en las que dimos mas de 100 funciones. Ese fue el primer teatro que conocí y hoy lo recuerdo con la voz entremezclada de Eva y Margot, las protagonistas de la película All about Eve, cuando una le dice a la otra:

“El teatro. ¿Dónde pone que el teatro exista sólo en los feos edificios apiñados en dos kilómetros cuadrados de Nueva York? ¿O de Londres, París o Viena? Escucha, jovencita y aprende. ¿Quieres saber qué es el teatro? Un circo de pulgas. También es ópera, y rodeos, carnavales, ballets, danzas tribales indias, guiñol, un hombre orquesta: todo es teatro. Donde haya magia, fantasía y público, hay teatro. El Pato Donald, Ibsen, y El Llanero Solitario, Sarah Bernhardt y Poodles Hannefor, Lunt y Fontaine, Betty Grable, Rex el caballo salvaje, Eleonora Duse: todo es teatro. No los entiendes a todos. No te gustan todos. ¿Por qué ibas a hacerlo? El teatro es para cualquiera, incluida tú, pero no en exclusiva. Así que no lo apruebes, ni desapruebes. Quizá no sea tu tipo de teatro, pero, en algún sitio, para alguien lo es”.

Y sí, todos los pensamientos de los referidos en este texto están plagados de verdad. Sigamos creándolo y sigámoslo presenciando, que a final de cuentas queda comprobado que el mundo es un teatro.

PAL

Temas