En gran parte de las culturas del mundo se muestran memorias, mitos y leyendas relacionadas con dragones; sin embargo, en México los únicos reptiles que fueron adorados como deidades asociadas con reptiles fueron las serpientes emplumadas.
Es por esto, que muchos amantes de la antropología y de los mitos relacionan a entidades como Quetzalcóatl con dragones, debido a que en concepto serían lo mismo.
No es un secreto que las lenguas prehispánicas contaban con un amplio uso de la metáfora para dar a entender sus conceptos, lo cual obstaculiza el descifrarlos de manera correcta.
Por ejemplo, la palabra nacida del náhuatl "apapachar" es usada en el contexto actual como una forma de hacer cariños, mientras que originalmente significa “ablandar algo con los dedos”.
Otra de estas palabras es "achichintle", la cual tiene una traducción literal por sus raíces "alt" (agua) y "chichinqui" (que chupa), por lo que en realidad significaba "quien chupa agua". Hoy en día se usa para designar a la persona que debe obedecer a otra como su asistente.
¿Quién fue Xiuhcoatl, el dragón?
Dentro de las creencias de los mixtecas, grupo originario de México y anterior a los mexicas, se tenía la idea de que existía Xiuhcoatl, cuyo nombre se puede traducir como la serpiente de fuego o serpiente solar de jade.
Se creía que era una arma viva que era empuñada por Huitzilopochtli para matar a sus 400 hermanos y así salvar a su madre, la diosa Coatlicue. Su uso está registrado en el mito del nacimiento del dios, el cual es parte del "Código Florentino", uno de los pocos textos ideográficos que se pudieron conservar.
Era considerada el arma más poderosa del reino mexica. La imagen de este animal mitológico se representa generalmente con un color verde, el cual puede ser asociado también a los reptiles.
El Ejército Mexicano se tomó tan en serio este mito que desarrolló una ametralladora ligera, la cual bautizó con el nombre de esta serpiente emplumada y la cual es conocida por su alta capacidad y facilidad de transporte.