Una de los problemas que tiene el cine mexicano es que desde hace muchos años no ha podido consolidar una película de terror que pueda convertirse en un clásico de culto o un éxito en taquillas; sin embargo, en la cuestión literaria, el panorama es distinto.
Para muestra basta con ojear "El Libro de los dioses", un libro publicado a finales del 2020 por la editorial Almadía y firmado por Bernardo Esquinca, autor reconocido por la "Saga Casasola", cuatro novelas que hablan sobre un reportero de nota roja que se enfrenta al mal más siniestro.
En su más reciente libro, el autor preparó 14 cuentos que sobresalen por salirse del contexto claramente mexicano y tienden al misterio, el suspenso en contextos universales que bien podrían situar a sus personajes en cualquier parte del mundo.
Un libro siniestro
Con poco menos de 200 páginas, el ejemplar es de fácil lectura, sobre todo porque hay relatos que no ocupan más de 20 páginas que bastan para sumergir al lector en un constante suspenso.
Las reliquias, el arte, la tecnología, el plagio e incluso una silla para bebés son los puntos en los que Esquinca consolida una narrativa que hace dudar sobre la realidad, gracias a una línea delgada que dibuja entre el horror y la fantasía.
Como su nombre lo indica, el hilo conductor de las historias que se presentan en esta obra es la permanencia de los dioses en el mundo terrenal y la reacción de los seres humanos ante ellos.
Por ejemplo, el inicio del primero de los relatos sitúa a un investigador en una playa. Su labor es descubrir por qué el cadáver de una ballena encallada lleva diversas marcas en la piel. Lo siniestro comienza cuando un perito determina que esas marcas solamente pudieron haber sido hechas cuando el animal seguía con vida.
Conclusiones perturbadoras
Pese a que no se suele mostrar a ciencia cierta las consecuencias que padecen los protagonistas de estas páginas, cada relato deja con una sensación de incertidumbre al lector, quien a falta de información tendrá que llenar los vacíos que se quedan inconclusos.
Al contrario de la colección que tiene Bernardo Esquinca con la "Saga Casasola", "El Libro de los dioses" no cuenta con camisa, pero sí con el acostumbrado separador que suele incluir la editorial.
Esta publicación cuenta además con un par de ilustraciones creadas por Alejandro Montes Santamaría, quien genera criaturas aterradoras que despertarán la imaginación de los lectores, incluso antes de encontrarse con los relatos.