Cuando tenía seis años, Alexander Vivero, músico originario de Guadalajara, Jalisco, compuso su primera pieza musical La ardilla saltarina; y a los nueve, creó Traviesa gotita de lluvia”, pieza que interpretó con la orquesta de Alicante, en España.
Ambos eventos marcaron su vida y lo motivaron a seguir aprendiendo: “Componer me permite expresar mis ideas a través de las notas y también me ayuda a la hora de interpretar a grandes maestros”, explica el niño pianista, quien inició su carrera a los 4 años.
La pasión por la música nació de manera natural: sus padres no son músicos , pero si le ponían melodías clásicas desde que era bebé.
Además, conocer a las pianistas Martha Argerich y Guadalupe Parrondo fue un aliciente en su carrera: “Siempre me preguntan a quién admiro, y aunque limitarlo me parece injusto, respondo que ellas; claro que me gusta Beethoven y Mozart, pero ellas son magia”, dice.
Vivero ganó el primer puesto en la American Protegé International Music Talent Competition, de Nueva York, que se celebró este mes, y el Grand Prize Virtuoso de Bonn, en octubre de 2020. Si la pandemia lo permite espera presentarse en el Carnegie Hall, de Nueva York y en la Casa de Beethoven, durante este año.
Por Azaneth Cruz
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