El Arte Popular es, ha sido y será, el abrevadero de pintores, músicos, escultores, poetas y escritores, bailarines, actores, científicos es el gran perol de la cultura. Primer gran eslabón de esta estructura que sostiene pueblos, naciones y que mantiene un pasaporte universal, no se detiene ante geografías, fronteras, épocas, estilos y corrientes, el Arte Popular lo invade todo silenciosamente, se inmiscuye en terrenos lisos, pantanosos, en paisajes frondosos y desérticos, se encumbra si es necesario, o se mantiene a ras de suelo… convive con iletrados e ilustrados, con ricos y pobres, en la luz, y si es necesario, en las tinieblas. Pero, ¿de dónde emerge ese Arte Popular?
Inspiración natural
México es la cuarta biodiversidad del planeta, mantiene tres grandes núcleos biodiversos en el territorio nacional compuestos por gran variedad de especies vegetales, animales y minerales, ofreciéndole una enorme fuente inspiracional a sus habitantes, mientras que al mismo tiempo proporciona la materia prima existente en la zona con la que van conformando sus objetos utilitarios, cubriendo sus necesidades básicas, observando su entorno y aprendiendo de él. Ante el pleno dominio de lo que lo rodeaba, conformó herramientas que le facilitaban su desarrollo y permanencia; posteriormente, comenzó a “embellecer” sus utensilios, desde los objetos utilitarios hasta su cuerpo, que usó como soporte de símbolos y decoraciones.
La evolución se dio conforme la especie humana aprendía a interrelacionarse y acoplarse con la biodiversidad. Esta naturaleza es y ha sido el origen de muchos mitos, principios, tesis, experimentos y un sinfín de excesos, descuidos y agresiones. Las civilizaciones más antiguas, madres de la civilización moderna, nos han legado un entorno rico en ejemplos de cohabitación y relación con la naturaleza, el Arte Popular ha dado cuenta de ello, también de su dominio, manteniendo una simbiosis sustentable hasta hace unos años.
Arte popular
El MAP desarrolló parte de su guion museológico con base a esta propuesta, demostrado que el diseño, color, decoración, funcionabilidad y permanencia de las piezas artesanales se ven influidos por la zona y la materia prima que ofrece. La fuente inspiracional en su ornamentación, la presencia de color o su ausencia, será delimitada por su riqueza mineral o zoobotánica de la zona, ofreciendo una información, una huella “oculta”, que nos permite identificar y descubrir el origen, la región y hasta las etnias que las elaboraron.
El trinomio naturaleza/arte/México es indisoluble, es resultado de una riqueza insospechada en sus recursos es, ha sido y será, un abrevadero iconográfico para sus pobladores a través de su historia, base que sustenta a esta gran nación, a este gran pueblo, que ha sabido sacar provecho de la sustentabilidad de forma razonable, pero que hoy en día se están traspasando límites que la transgredirán.
Por Walther Boelsterly
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