Las personas que conviven con gatos saben que pueden pasar bastante tiempo durmiendo o, al menos, descansando. Ello es parte de su genética y la razón se esconde en que sus técnicas de caza que evolucionaron a lo largo del tiempo. Algunas razas lo hacen más que otras y la duración varía según la edad.
Los gatos pueden dormir un estimado de 15 horas diarias y algunos llegan a las 20 horas, aseguró un artículo de la Enciclopedia Británica en su web. Esto ocurre en particular por el grupo etario al que pertenecen. Los felinos salvajes tienen mucho tiempo para recargar energías, las cuales serán necesarias al momento de atrapar a su presa. A pesar de que los domésticos ya no poseen esa necesidad, aún conservan dicho instinto, según el sitio web Cumberland Animal Clinic.
Por qué tu gato duerme demasiadas horas
Los motivos por los que los felinos tienen sueño a lo largo del día son varios, pero todos tienen relación con su genética y evolución adaptativa. Vale recordar que se desarrollaron en un ambiente salvaje en el cual conseguir alimento requería de una destreza importante. Sus presas escurridizas y rápidas, los obligaron a cambiar su manera de caza, por lo que abalanzarse sobre ellas y perseguirlas sin freno, resultó una tarea agotadora.
Es por ese motivo, que el sueño es durante la mayor parte del día y solo se despiertan en determinados momentos del día. Por ello, se los denomina depredadores crepusculares, es decir, que están en alerta durante el amanecer y el atardecer, cuando sus víctimas -roedores y gatos- también están igualmente activas. Vale destacar que si observas que sobrepasa 20 horas dormido, deberías consultar con un veterinario. De igual modo, si suelen hacerlo en períodos breves, podrían estar sufriendo de hipertiroidismo u otra enfermedad.
El sueño de los gatos oscila entre un ligero sopor y un sueño profundo. El primero suele durar entre quince y treinta minutos, mientras que el profundo suele prolongarse unas cinco horas. En el primer caso, se pueden despertar y actuar de forma inmediata. Esto queda reflejado por su postura al dormir. Por el contrario, durante el sueño profundo su postura, incluidas las orejas, será mucho más relajada.
