Dragon Ball, que comenzó como un manga en 1984 en la revista Weekly Shonen Jump, rápidamente ganó popularidad gracias a su historia envolvente y sus personajes memorables. La serie fue adaptada a un anime que, con el tiempo, se expandiría a múltiples sagas y secuelas. A lo largo de las diferentes adaptaciones, la trama y el ritmo fueron adaptados para la televisión, lo que implicó una serie de cambios respecto al formato original. Aunque ambos medios comparten el mismo núcleo narrativo, la versión animada se vio influenciada por factores como el tiempo de emisión y la necesidad de alargar ciertas secuencias.
En 1989, Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball, emitió un mensaje dirigido a sus seguidores en el que discutió cómo la versión animada de Dragon Ball no podría ser completamente fiel al manga sin alterar su estructura. Toriyama mencionó que si los episodios de la serie animada siguieran al pie de la letra los eventos del manga, estos serían considerablemente más cortos. Esto se debía a la forma en que las animaciones suelen extender las escenas para cubrir el tiempo de emisión, lo que resulta en episodios que en ocasiones incluyen rellenos o alargamientos innecesarios, algo que no ocurre en el manga.
CUÁNTO DURARÍA UN EPISODIO DE ANIME SI FUERA CORRECTAMENTE FIEL AL MANGA
Esta reflexión de Toriyama pone de manifiesto las diferencias fundamentales entre los dos formatos. Mientras que el manga tiene la libertad de avanzar rápidamente con los diálogos y las ilustraciones, el anime necesita encontrar formas de llenar el espacio en cada episodio para que la historia tenga tiempo suficiente para desarrollarse. Esta diferencia en la duración de los episodios llevó a la inclusión de escenas adicionales, como diálogos extendidos o momentos de acción más lentos, que no están presentes en el manga original. Toriyama reconoció que esto podría resultar frustrante para los seguidores más estrictos de su obra.
En el mencionado mensaje de 1989, Toriyama explicó lo siguiente:
“Trasladar esto al manga solo requiere un panel, pero el equipo del anime tiene que dibujar un conjunto de imágenes para dar vida a la escena. Los fanáticos de mi manga Dragon Ball pueden haberse dado cuenta de que algunas veces el anime incluye material no original de los comics. Esto se debe a que algunas veces un capítulo del manga quizá solo se traduzca en diez minutos de animación. Los episodios de treinta minutos alcanzarían rápidamente al manga, así que el equipo del anime incorpora nuevo material inédito de relleno para evitar que esto ocurra. El mundo del anime es duro. Estos tíos trabajan muy duro”.
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