Aunque puede resultar un acto gracioso el descubrir a un perro fingir estar enfermo, hay una explicación importante sobre esta actitud que adopta una mascota cuando miente sobre su salud y que puede dar a conocer algunas necesidades que tiene, motivo por el que busca la forma de llamar la atención.
A través de redes sociales constantemente se dan a conocer algunos videos en donde los dueños de mascotas exhiben a los perritos que han fingido en algún momento encontrarse con dificultades de salud, ya sea sin poder caminar con una de sus patitas o con un aspecto triste, pero cuando no están al pendiente de ellos todo parece ir normal y sentirse saludable.
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¿Por qué los perros fingen estar enfermos?
La verdadera razón por la que los perros fingen estar enfermos aun cuando se saben saludables, es porque quieren atención, esa es la principal teoría, pero según información del veterinario Dr. Richard Pitcairn, autor de libro “Natural Health for Dogs and Cats” es porque necesita más cuidado del que le es proporcionado.
El médico de animales pone el ejemplo de que cuando el perro se siente resfriado y tose, es común que los dueños acudan a reconfortarlo, por lo que entiende que esa es la forma de llamar la atención y lo repite hasta que se siente satisfecho, aunque no esté enfermo de verdad.
¿Cómo saber si un perro está de verdad enfermo?
Aunque los perros suelen ser astutos y fingir algunos de los síntomas de enfermedades comunes es importante observar y prestar atención a aquellos que no pueden imitar, esto con el objetivo de saber sí están en un peligro o no. Toser, estornudar, moquear o rascarse son cosas que si pueden controlar.
Pero si los perros o alguna mascota tienen alguna parte de su cuerpo lastimada o se aprecia una herida, es importante llevarlo de inmediato al doctor especialista para ser inspeccionado y revisado para que su salud sea atendida y no sufra dolor.
¿Qué hacer cuando mi mascota se enferma y no sé qué tiene?
Cuando un perro está enfermo, es importante actuar de manera rápida y responsable para asegurar su bienestar. Lo primero es observar los síntomas para notas cualquier cambio en su comportamiento, apetito, nivel de actividad, y otros síntomas visibles como vómitos, diarrea, tos, secreciones, dificultad para respirar, entre otros.
Lo más importante es llevar al perro a un veterinario. Ellos pueden hacer un diagnóstico adecuado y recomendar el tratamiento necesario. Si no pueden llevarlo inmediatamente, intenta llamar y describir los síntomas para obtener asesoramiento, pero sobre todo evitar darle medicamentos humanos ni veterinarios sin la supervisión de un experto, ya que algunos medicamentos pueden ser tóxicos para los perros.