Los microplásticos, pequeños fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros, se han convertido en una preocupación mundial. Encontrados en lugares tan extremos como la cima del Everest y las profundidades de la Fosa de las Marianas, estos contaminantes también han sido hallados en el cuerpo humano, alcanzando incluso los testículos. Un estudio reciente de la Universidad de Nuevo México ha revelado la presencia de 12 tipos de este material en los genitales masculinos, lo que ha generado alarma y ha subrayado la urgencia de abordar este problema.
El equipo de investigadores, liderado por Xiaozhong John Yu, descubrió que el microplástico más prevalente en los testículos humanos es el polietileno, un material comúnmente utilizado en bolsas y botellas de plástico. La concentración media de microplásticos en los tejidos estudiados era de 329.44 microgramos por gramo, una cifra significativamente mayor que la encontrada en estudios sobre la sangre humana, donde apenas se alcanzaban decenas de microgramos por gramo.
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Microplásticos: ¿cómo afectan a la salud?
Los datos recopilados sugieren una relación entre la exposición a los microplásticos y la disminución del recuento de espermatozoides. Diversos factores han sido señalados como posibles culpables, desde el uso de teléfonos en los bolsillos hasta el vapeo.
Anteriormente, se encontraron concentraciones alarmantes de estos contaminantes en placentas humanas, lo que llevó a los investigadores a cuestionar su impacto en la reproducción y el desarrollo fetal. La exposición a microplásticos ocurre a través de diversas fuentes, como envases de plástico, alimentos, agua e incluso el aire que respiramos. Esta contaminación se ha relacionado con varios problemas de salud, incluyendo el cáncer y los trastornos de fertilidad.
¿Los microplásticos tendrán daños a largo plazo?
Para llevar a cabo su estudio, el equipo del doctor Yu utilizó tejidos testiculares anónimos obtenidos de la Oficina del Investigador Médico de Nuevo México. Estos tejidos se almacenan congelados durante hasta siete años antes de ser desechados legalmente. El estudio también incluyó análisis de tejidos de perros, encontrando una correlación directa entre la cantidad de microplásticos y un menor recuento de espermatozoides.
Los hallazgos de este estudio, publicados en la revista Toxicological Sciences, revelan la penetración de microplásticos en el sistema reproductor y plantean preguntas sobre sus efectos a largo plazo. Yu expresó su sorpresa ante los resultados, tanto en perros como en humanos, y subrayó la necesidad de más investigación para entender plenamente las implicaciones de esta contaminación.
