El cambio climático ya está aquí y existen pruebas tangibles sobre las consecuencias de las desmesuradas actividades industriales del ser humano, las cuales han obligado a diversas especies abandonar su hogar, mientras que otras se han tenido que adaptar a temperaturas superiores a las que su cuerpo fue concebido para soportar.
Para los seres humanos, estos cambios, aunque continúan como indicadores de que algo grave está sucediendo en el planeta, no suponen consecuencias tan inmediatas como para los animales, quienes no cuentan con dispositivos de ventilación, no saben diseñar refugios avanzados contra el frío, o no tienen establecidos planes de acción detallados a la hora de enfrentar una anormalidad en su entorno.
Sigue leyendo:
Preocupa a científicos el acelerado crecimiento de la "Puerta al inframundo": ¿en qué consiste?
Ciclón tropical en costas de Oaxaca y Guerrero ¿cuándo pronostican se forme?
La "Puerta al Inframundo" en Siberia
La llamada "Puerta al Inframundo", apodo acuñado por lugareños de Yakutia, es un cráter de aproximadamente un kilómetro de longitud que continúa hundiéndose un millón de metros cúbicos al año, según calcula una investigación por parte de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú.
Se trata de un grave panorama natural debido a que en dicho cráter se encuentra uno de los permafrost más extensos del mundo, una capa de hielo que contiene inmensas reservas de carbono que si salen al aire podría acelerar la temperaturas de la atmósfera y dispersar grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Ondas de calor
Otro claro ejemplo del desequilibrio natural se encuentra en riesgo son las ondas de calor que han azotado a distintos países. No obstante, no es necesario irse lejos y se puede observar lo que ha ocurrido en México durante el último año. El pasado 9 de mayo la Ciudad de México rompió su récord de mayor temperatura registrado en las últimas décadas.
Desastres naturales sin precedentes
Desde el huracán Otis de categoría 5 que azotó las costas de Acapulco, hasta las incesantes inundaciones que han dejado más de 149 muertos en Brasil, los desastres naturales han tomado un nuevo grado de peligro para las civilizaciones, de modo que no es extraño observar que distintos científicos lo asocien con el acelerado calentamiento de la atmósfera y las complicaciones que ha conllevado la excesiva presencia de gases de efecto invernadero.
EDG