Para las y los amantes del terror, cualquier temporada es ideal para hacer un maratón con aquellas películas que te obligan a prender las luces por la noche; pero durante el mes de Octubre el ambiente suele ser mucho más halloweenesco, lo que lo hace ideal para redescubrir algunos clásicos del cine e incluso conocer nuevas historias como la icónica cinta "Last Night in Soho" ("El misterio de Soho"), fue estrenada en 2021 y es considerada una de los mejores trillers psicológicos.
Y es que el misterio y el suspenso han sido ingredientes fundamentales en el cine a lo largo de las décadas, pero pocos directores contemporáneos logran fusionarlos con una estética visual tan estilizada y una narrativa tan intrigante como lo hace Edgar Wright en "El misterio de Soho". Esta película no solo es una carta de amor al Londres de los años 60, sino también un thriller psicológico que toca temas oscuros, incómodos y que arroja una profunda reflexión sobre el peso del pasado en el presente.
Edgar Wright, como director, ha demostrado en producciones anteriores su capacidad para rendir homenaje a géneros y estilos de décadas pasadas, pero aquí lleva su amor por el cine clásico y la cultura pop de los 60 a un nivel casi obsesivo. La recreación de Londres en esa época es sublime, con calles empedradas iluminadas por luces de neón, clubes nocturnos llenos de personajes glamorosos y una atmósfera que evoca tanto la libertad como la decadencia de una ciudad que estaba en el epicentro de un cambio cultural global.
¿De qué trata "El Misterio de Soho", dirigida por Edgar Wright?
Así, la trama de "El misterio de Soho" se construye sobre una dualidad temporal que es, sin duda, uno de los puntos más intrigantes del film. Ambientada en dos épocas: el presente contemporáneo y la década de 1960, la historia sigue a Eloise (Thomasin McKenzie), una joven apasionada por la moda y profundamente atraída por el estilo y el glamour de esa era dorada. Desde el inicio, la película establece un tono onírico, envolviendo tanto a Eloise como al espectador en una nostalgia palpable por el Londres de los "Swinging Sixties", una ciudad vibrante, efervescente y aparentemente llena de oportunidades.
Fotografía: Captura de pantalla/Prime Video.
Pero lo fascinante de esta película es que no se trata de una recreación superficial de los años 60, sino de una inmersión total en lo que fue aquella época, con toda su belleza y su oscuridad; además, Wright maneja esta tensión de forma magistral: la belleza de los vestidos de corte impecable y los peinados voluminosos contrasta con la creciente sensación de peligro que acecha en cada esquina.
Lo que podría parecer al principio un homenaje nostálgico a una era pasada se convierte rápidamente en algo mucho más profundo, pues Eloise, cuya fascinación por el pasado va más allá de un simple interés académico o artístico, comienza a experimentar una conexión misteriosa y sobrenatural con una joven aspirante a cantante, Sandie (Anya Taylor-Joy), quien vivió en el Londres de los años 60.
Este vínculo entre ambas mujeres es el corazón palpitante de la película y desde aquí la trama da un giro hacia el suspenso psicológico y es que la película refleja de manera brillante cómo la idealización del pasado puede llevarnos a ignorar las realidades oscuras que subyacen en esos tiempos. En este sentido, "El misterio de Soho" no solo se convierte en un thriller psicológico sino también en una crítica al escapismo y la nostalgia que muchas veces deforman nuestra percepción de épocas anteriores.
Fotografía: Captura de pantalla/Prime Video.
Por ello, lo que resulta particularmente cautivador de esta conexión es cómo Wright juega con la idea de la idealización del pasado ya que al igual que Eloise, muchos espectadores se encuentran cautivados por la nostalgia y la creencia de que las décadas anteriores eran mejores o más auténticas. Sin embargo, "El misterio de Soho" desmantela este mito de manera eficaz, mostrando que el pasado no es tan glamoroso como parece.
Otro aspecto a destacar es cómo Wright utiliza la luz y el color para reflejar la transición entre las épocas y los estados mentales de sus personajes. En las escenas ambientadas en los años 60, el color es vibrante, casi saturado, reflejando la energía y la emoción de la época; en contraste, el presente de Eloise es más apagado y sombrío, una diferencia que se vuelve cada vez más evidente a medida que la trama avanza hacia terrenos más oscuros.
La oscura temática de "El Misterio de Soho", película que puedes ver en Prime Video
Si bien la película puede parecer en un primer nivel una historia de suspenso psicológico con elementos sobrenaturales, "El misterio de Soho" es también una reflexión sobre temas más profundos, pues aborda el tema del trauma intergeneracional, la explotación de las mujeres en la industria del entretenimiento y la naturaleza ilusoria de la nostalgia.
A lo largo de la película, se sugiere que la experiencia de las mujeres, tanto en el pasado como en el presente, está marcada por desafíos sistémicos similares, lo que subraya la idea de que, a pesar del progreso social, algunas cosas no cambian. La idealización de los años 60, una era que muchos consideran revolucionaria en términos de libertad personal y artística, es deconstruida en la película para revelar que, para muchas mujeres, esta supuesta libertad era una fachada detrás de la cual se ocultaba una dura realidad.
Es así como la brillante actuación de Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy, junto con la maestría visual y narrativa de Wright, hacen de esta película una experiencia imperdible para cualquier cinefila. Aunque puede que algunas espectadoras se sientan desconcertadas por sus giros más oscuros o por la falta de respuestas claras, es precisamente esta ambigüedad lo que convierte a "El misterio de Soho" en una película que resuena mucho después de que las luces del cine se encienden.
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