Piensa Joven

Propósitos de Año Nuevo: ¿Por qué no concentrarse mejor en uno solo?

Es común formular una serie de 12 propósitos, con la determinación de ejecutarlos, pero eso no siempre sucede. ¿Por qué no concentrarse mejor en uno solo?

Propósitos de Año Nuevo: ¿Por qué no concentrarse mejor en uno solo?
Logra tu objetivo este año nuevo 2024 Foto: Pexels

En la festividad de Año Nuevo, es común formular una serie de 12  propósitos, con la determinación de ejecutarlos a lo largo del próximo año. Dichos propósitos suelen abordar aspectos de nuestra vida cotidiana que aspiramos eliminar o modificar. Este ritual se lleva a cuando expresas dichos deseos, cada uno coincidiendo con el consumo de una uva durante el brindis que marca la bienvenida al nuevo año.

No obstante, a medida que transcurren los meses, estos propósitos tienden a desaparecer de nuestra mente. Según revela un estudio llevado a cabo por la Universidad de Scranton en Pennsylvania y el Instituto Statistic Brain (2021), únicamente el 8% de las personas que formulan sus propósitos logran materializarlos.
 

Al llegar fin de año, nos enfocamos en enlistar nuestros propósitos, difícilmente logramos cumplir todos. 
Foto: Pexels

Este dato sugiere que, cuando nos referimos a malos hábitos, es relativamente sencillo olvidar nuestras metas iniciales y sucumbir a antiguos hábitos. Estos propósitos, en su esencia, deberían representar una transformación en nuestro estilo de vida, lo que conlleva la necesidad de modificar comportamientos arraigados en nuestra rutina diaria.

Implementar cambios significativos en la alimentación, la actividad física, el ahorro o el hábito de fumar, mientras se continúa con las responsabilidades cotidianas, presenta un desafío considerable. En consecuencia, para alcanzar estas metas ambiciosas, resulta fundamental la adopción de una estrategia meticulosamente diseñada. La consecución de estos objetivos a largo plazo se ve facilitada mediante la implementación de pequeños pasos medibles y alcanzables.

No obstante, es imperativo que estos propósitos se mantengan lo más específicos y realistas posible para maximizar la probabilidad de éxito a lo largo del proceso. La perseverancia es considerada un pilar fundamental a la hora de continuar con el cumplimiento de lo que uno se propone, es importante cultivar la fortaleza mental necesaria para mantenerse firme en los propósitos establecidos, ya que, al transformar la mentalidad, también se pueden efectuar ajustes en el comportamiento.

La actividad física es uno de los propósitos más populares. 
Foto: Pexels

A pesar de la disponibilidad de 365 días en un año, cumplir con la ejecución de 12 propósitos puede resultar en una tarea considerablemente compleja, tanto en teoría como en práctica. Por esta razón, es sugerido la adopción de un enfoque más pragmático y efectivo: proponerse metas que verdaderamente se alineen con nuestro bienestar y que estén genuinamente alcanzables.

Este enfoque manejable, permite la progresiva consecución de los mismos. Una vez que estos primeros logros sean consolidados, es posible la expansión tanto en número como en complejidad de los propósitos, para que así,  el camino tenga un desarrollo más sostenido y significativo. 

La estrategia de no abordar múltiples objetivos simultáneamente podría resultar beneficiosa. Iniciar con un solo propósito y dedicarse plenamente a su consecución evita posibles situaciones de estrés que podrían derivarse de la gestión de varios desafíos a la vez. Este enfoque secuencial permite consolidar el control sobre un objetivo antes de embarcarse en la consecución de otro, generando así una motivación adicional al alcanzar metas de manera progresiva.

De igual forma, compartir este propósito con familiares o amigos adquiere una relevancia significativa. Al involucrar a otros en el proceso, se crea un sistema de apoyo que contribuye a la supervisión del comportamiento y proporciona respaldo para evitar recaídas. Esta dinámica es eficiente en situaciones donde el propósito implica dejar hábitos perjudiciales como el tabaco o el consumo de alcohol.

Finalmente, es importante reconocer los momentos de debilidad como parte del proceso de cambio. Cambiar hábitos negativos no se limita solo a principios de año. Las recaídas, que son inevitables al dejar hábitos como fumar, comer de manera no saludable o beber alcohol, deben ser vistas como oportunidades para aprender y ajustar poco a poco tu forma de vida. 

Los propósitos de Año Nuevo ofrecen una excelente manera de enfocar nuestra mente en lo que queremos lograr en el próximo año. Cuanto más tiempo dediquemos a reflexionar e incluso a escribir nuestros objetivos, más comprometido estará nuestro cerebro en el proceso. El cambio de año nos brinda la sensación de un nuevo comienzo, una oportunidad renovada para mejorar y la confianza de que podemos lograr los cambios que deseamos.

Por eso, el Año Nuevo se presenta como un nuevo inicio, ese "el lunes empiezo" lleno de buenos propósitos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta fecha no conlleva cambios automáticos; es simplemente una fecha llena de significado que podemos aprovechar para motivarnos a esforzarnos en alcanzar los cambios o metas deseados. La clave es recordar que estos propósitos no se cumplen por sí solos y requieren nuestro compromiso y acción.

Por: Victoria Sumano, Lic. en Busines Intelligence, Universidad Panamericana. 



VR

Temas