Un grupo de investigadores logró radiografiar un sólo átomo, pero no es tan fácil cómo podría pensarse. Es un logro que se acaba de conseguir y que puede revolucionar cómo los científicos detectan los materiales y dar origen a nuevas tecnologías en áreas como la información cuántica o la investigación médica.
Un equipo liderado por la Universidad de Ohio, encabezado por Saw Wai Hla, describió ayer en Nature este avance y la técnica empleada para lograr la primera señal, o firma, de rayos X de un átomo individual.
Desde su descubrimiento en 1895, los rayos X tienen un amplio uso, desde exámenes médicos a los controles de seguridad en los aeropuertos, e incluso el rover Curiosity, en Marte, está equipado con un aparato de este tipo para examinar la composición de los materiales de las rocas.
Con los años y los avances tecnológicos, como las fuentes de rayos X de sincrotón, se ha reducido la cantidad de material necesario para la detección.
La cantidad más pequeña que se podían radiografiar de una muestra era un attogramo, (unos 10 mil átomos) pues la señal de rayos X producida por un átomo es extremadamente débil.
"Los átomos pueden visualizarse de forma rutinaria con microscopios de sonda de barrido, pero sin rayos X no se puede saber de qué están hechos. Ahora podemos detectar el tipo de un átomo concreto, átomo por átomo, y medir su estado químico", explicó Hla.
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