Como si fueran ángeles guardianes, dos efigies de Edson Arantes do Nascimento, “Pelé”, custodian la entrada a la última morada de una de las leyendas más grandes del deporte mundial, querido por millones de personas por su legado dentro y fuera de las canchas.
Ubicado en el Memorial Necrópole Ecumenica, en la localidad de Santos del departamento de Sao Paulo, Brasil, el mausoleo, de 200 metros cuadrados, está pensado no solo como un lugar donde se rinde homenaje al tricampeón del mundo, sino donde se retoma la gran afinidad que tuvo siempre con sus fanáticos.
De hecho, cientos de fotos de sus seguidores están impresas en las paredes del recinto, instalado en el segundo piso del edificio, considerado el cementerio vertical más alto del mundo y donde también reposan los restos del padre y el hermano del futbolista.
En un principio, Pepe Alstut, dueño del panteón, quería que el Rey descansara en el noveno piso, en un espacio con una bella panorámica del estadio del Santos, equipo de sus amores, pero los herederos del futbolista se decantaron por el segundo piso para facilitar la llegada de los miles de fanáticos que se presentarán para rendirle sus honores.
Las paredes de acrílico tras las estatuas de Pelé limitan el espacio, que tiene pasto sintético en el piso. Además de las fotos, columnas con espejos rodean el túmulo mortuorio donde están depositados los restos mortales del reconocido como mejor futbolista brasileño de la historia.
Propiamente, el mausoleo tiene tonos dorados con un acabado de espejo. En los costados hay imágenes metálicas en relieve que retoman algunas de las celebraciones históricas de Pelé, quien anotó alrededor de mil goles en su carrera profesional. Sobre el monumento solo hay una gran cruz, sin adornos, y las fechas de nacimiento y muerte del ídolo.
En el techo sobre el monumento hay un espacio pintado con un cielo azul clarísimo el cual, de acuerdo con los creadores del mausoleo, es la ventana al paraíso al que se elevó Edson Arantes el año pasado, cuando murió víctima de cáncer.
La entrada al mausoleo es libre y gratuita. Todo lo que se tiene qué hacer es pedir una entrada en el sitio del Memorial Necrópole Ecumenica y elegir uno de los dos turnos en los que hay visitas al público: de las 9:00 a las 12:00 y de las 14:00 a las 18:00 horas, de martes a sábado. Solo se permiten 60 visitas por día.
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