Hablar del ingeniero Carlos Slim Helú es sinónimo de pulcritud, elegancia y distinción, a lo largo de su vida se ha manejado con un perfil discreto, alejado del escándalo y con muy buenas relaciones en el ámbito político, comercial y en el empresarial en donde es un verdadero ‘tiburón’ de los negocios.
Con una fortuna valuada en poco más de 60 mil millones de dólares, (de acuerdo con la revista Forbes en el año 2020), Slim Helú mantiene el centro de sus operaciones y su vida personal arraigada a la ciudad de México, lugar en el que se ha desarrollado profesionalmente, en el ámbito empresarial y desde luego en su vida privada, no extraña entonces que su casa se encuentre en la capital mexicana.
El ingeniero vive en la zona de Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas y costosas de la ciudad capital, situada al poniente y rodeada de bosque y lujosas mansiones de otros magnates y millonarios mexicanos, la ubicación no es extraña, a solo unos kilómetros se encuentra la zona de Polanco, sitio en el que se encuentran las oficinas del Grupo Carso, consorcio del que el magnate es el dueño y uno de los centros económicos más importantes de México.
Contrario a lo que pueda pensarse, la casa en la que vive el ingeniero y su familia, es modesta, comparada desde luego con las posibilidades económicas de las que goza el dueño de dicha propiedad, con lo que podría levantar un emporio sin ningún problema, sin embargo, esto no es así.
Tal y como comentamos en un principio, el ingeniero no es una persona que le gusta la ostentación, se caracteriza por contar con una visión tradicional sobre la integración de su familia, razón por la que la propiedad cuenta con una sola planta y seis habitaciones muy grandes, con el objetivo de que sus hijos y nietos pudieran convivir sin necesidad de sentirse aislados cada quien en su habitación.
(Foto: sitio icasas//Mega Ricos)
Arte por encima de los lujos
Contrario a otros millonarios que abogan por mantener una privacía a prueba de todo, como en el caso de Mark Zuckerberg (quien decidió comprar los terrenos aledaños a su propiedad) para contar con mayor privacidad, al ingeniero no le molesta compartir con sus vecinos de la zona.
Slim Helú ha vivido ahí desde hace mucho tiempo, en esa propiedad compartió sus mejores días a lado de su señora esposa, Soumaya Slim Domit, (fallecida en 1999, y a quien le rindió homenaje con la creación del Museo Soumaya en Plaza Carso), además de sus seis hijos, Patrick, Carlos, Marco Antonio, Soumaya, Johanna y Vanessa Slim Domit.
Además de las habitaciones amplías, la mansión cuenta con grandes extensiones de jardín, árboles bonsái (los cuales representan a cada uno de sus hijos) y desde luego con una vasta colección de arte, (cosa en la que el ingeniero suele gastar sin ningún problema), con grandes obras de Rodin, Bonet, El Greco, Pisarro y algunos cuadros de la Virgen de Guadalupe.
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