El novillero Julián Garibay sufrió una herida que comprometió su vida después de que un toro le propinara una cornada en cuatro direcciones que en total suman 80 centímetros.
El mexicano fue atrapado por el animal; al no poder liberarse, resistió el ataque de manera continúa, lo cual causó que la lesión se hiciera más compleja.
Dos de las heridas ocurrieron cerca de la entrepierna, una más en el oblicuo y otra en la región del viente. Por esta situación fue auxiliado por el personal en el lugar y trasladado al hospital del Villalba, en Madrid.
Actualmente su pronóstico es grave, aunque el animal no tocó ningún vaso sanguíneo que ocasione un problema mayor. El novillero se encuentra recibiendo atención de emergencia.
Tras estas lesiones, deberá realizarse diversos estudios para descartar que las heridas sean más graves de lo que parecen. Se prevé que sus médicos den más información en unas horas.
Justo hace unos días, el tapatío había retuiteado una publicación de Twitter en la que mostraba el entendimiento que tiene sobre los peligros de su oficio.
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