¡Adiós, vaquero!

Centro Coyoacán: Un sismo, un montón de gente y hasta mariachis despidieron a la mítica plaza

La antigua plaza cederá su lugar para seguir ampliando el polémico complejo Mítikah

Centro Coyoacán: Un sismo, un montón de gente y hasta mariachis despidieron a la mítica plaza
Por décadas la plaza fue un lugar de esparcimiento para los capitalinos. Foto: @vicastega

Este lunes 19 de septiembre del 2022, la mítica plaza comercial Centro Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, cerró. Un sismo de magnitud 7.7, un montón de gente y hasta un grupo de mariachis fueron los encargados de despedir ese espacio donde millones de capitalinos llegaron a comprar, comer o únicamente pasear con la pareja.

En una pequeña historia personal, en la etapa joven de este periodista, los pasillos de Centro Coyoacán me cobijaron por unos seis meses que pasé horas esperando a una novia que realizaba su Servicio Social en las instalaciones de Grupo RadioFórmula, que se ubican frente a la plaza; una vez un taxista del sitio que estaba afuera de la plaza me intentó golpear y robar al quererme cobrar con una tarifa alta. También los famosos tacos Chupacabras fueron parte de esa etapa que rondaba el centro comercial. Además de ser un gran punto de partida para llegar a la Cineteca Nacional y un recorrido nada seguro, por la horrible vialidad de Avenida Universidad y el cruce con Churubusco, para llegar a la zona de los Viveros.

Ahora, la antigua plaza cederá su lugar para seguir ampliando el polémico complejo Mítikah, una pequeña ciudad dentro de la CDMX. Mítikah ha sido criticado por la desmedida construcción de departamentos, hospitales, plazas, por talar decenas de árboles en el camellón de la calle Real de Mayorazgo y por los viejos pueblos de Coyoacán que sufrirán desabasto de agua por alimentar a ese monstruo de concreto y acero.  

Con mariachis despidieron al Centro Coyoacán

Decenas de compradores y vecinos, que convivieron por décadas con los trabajadores y locales del Centro Coyoacán, se dieron cita desde temprano y por la noche del domingo 18 de septiembre para despedir el inmueble, los organizadores de la plaza fueron los encargados de llevar a un grupo de mariachis para alegrar el evento, sin saber que horas después un sismo pegaría en la Ciudad de México.

Testigos en el evento narraron las cosas buenas que vivieron en la plaza, los trabajadores de los locales o de la tienda Palacio de Hierro también se unieron contando anécdotas y hasta los deseos que llegaron a pedir al lanzar una moneda en la fuente central al entrar por Avenida Universidad. 

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