En muchas familias mexicanas las mascotas han llegado a ocupar un lugar tan determinante que se han convertido en un integrante más de este entorno afectivo, por lo que se les cuida y se les brinda la atención que requieren en cada momento; en el caso particular de los perritos, la energía y vitalidad se convierten en una de sus características más peculiares, es por eso que cuando algo anda mal es muy fácil notarlo.
Si bien el carácter y la personalidad de cada mascota es tan variable como ejemplares hay en existencia, la cercanía que los dueños mantienen con ellos, así como el vínculo que fomentan, les da una pauta para comprender su comportamiento y los cambios de carácter que podrían registrar ante algunas situaciones.
Por ello, enseguida te compartimos cinco maneras en las que tu perrito puede molestarse y que hasta ahora ignoras, esta información te ayudará a mejorar tu comunicación con tu mascota y entenderás mejor por qué en muchas ocasiones puede reaccionar con enojo, molestia, desagrado o incluso a la defensiva.
5 maneras con las que haces enojar a tu perro
El listado fue complementado por consejos de expertos en mascotas, quienes han trabajado de manera directa con "lomitos" y esto les ha permitido profundizar en su comportamiento, por lo que con estas pautas con certeza contribuirán a conocer aún más a estos sorprendentes animales.
1) No le soples a tu perro: veterinarios y expertos aseguran que soplar a tu perro puede causar agresión ya que hay algunos ejemplares que detestan que ya sea de manera accidental o intencional les echen aire en la cara. Esta acción los puede asustar o confundir.
Además, los perritos lo pueden malinterpretar como un comportamiento agresivo hacia ellos, por lo que en ocasiones responden con un ladrido. Soplar aire también puede secar su nariz y provocar una pérdida momentánea del sentido del olfato.
2) No lo mires fijamente de manera prolongada: al realizar esta acción, tu perro puede sentirse incómodo y lo puede llegar a percibir como una amenaza. Si sueles jugar con tu mascota un concurso de miradas mientras éste yace tranquilo en su sitio, podrías detonar la molestia del perrito e incluso podría llegara considerarte en ese momento una potencial amenaza.
Ante esto, los expertos sugieren ver a tu perro solo durante algunos segundos antes de desviar la mirada, con el objetivo que no relacionen esta acción con una afrenta y se tornen agresivos.
3) No interrumpas el sueño de tu mascota: los perros en particular suelen enfadarse cuando se les interrumpe el sueño y reaccionar con irritación. Esto ocurre en momentos en que sus dueños los mueven mientras descansan o cuando ingresan niños en una habitación.
Este tipo de acciones suele incomodar aún más a los perritos de mayor edad, los cuales requieren de más descanso, por lo que pueden ser más propensos a la irritación cuando se les interrumpe el sueño; además que esto puede provocar que se asusten más debido al repentino cambio
4) Ojo con los excesos de abrazos: si bien es común demostrar nuestro afecto hacia los perros con abrazos, no siempre les generan satisfacción e incluso esta acción los puede llevar a asentirse incómodos, enojados o angustiados.
Expertos aseguran que la mayoría de los perros en realidad no disfrutan de los abrazos, debido a que colocar los brazos alrededor de su cuerpo puede percibirse como una amenaza. Ante esto, sugieren a los dueños que solo dejen que ellos se aproximen en sus propios términos y sin necesidad de invadir su espacio.
5) Los perros y los niños: es determinante destacar que algunos perros pueden sentirse incómodos ante la presencia de los niños e incluso experimentar ansiedad ante su presencia. Cuando un grupo de niños comienzan a asediarlos puede provocar que hasta las mascotas más tranquilas reaccionen de manera inesperada.
Por lo que se recomienda que los perritos siempre tengan un área libre en donde se puedan desenvolver sin la presencia constante de los niños.
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