Careyes es uno de los desarrollos turísticos más exclusivos en territorio mexicano. Fue un sitio que fue “creado” como un lugar de retiro y para vacacionar por el empresario y banquero italiano, Gian Franco Brignone.
Ante dicho deseo buscaba transformar un espacio desde cero y ese sitio lo encontró en Careyes, en la costa sur de Jalisco, tras sobrevolar el área en una pequeña avioneta en julio de 1968, “le pareció ver un paraíso que creía perdido ya: playas rodeadas de lagunas y manglares acantilados por un mar de azul contundente”, describió Carlos Tello Díaz en La magia de Careyes.
Según información de Expansión, el plan original en el área era construir 14 hoteles y 6 mil condominios, pero los empresarios con los que llevaría a cabo su plan optaron por no continuar y esto llevó a realizar una serie de modificaciones. El lugar de 12 kilómetros de costa y mil 500 de hectáreas de selva fue adquirido en su momento por 300 mil euros, según lo documentado por el libro Los señores de la costa
Entonces, comenzó la construcción del Hotel Careyes y de una serie de mansiones en el sitio, que se caracterizan por sus diseños hechos por arquitectos mexicanos. Brignone definía el lugar como el mediterráneo mexicano.
“Los que viven en Careyes son los últimos herederos de una aristocracia europea establecida fuera de sus tierras. Detestas el modelo resort y las extravagancias de otros ricos que pueblan destinos como Los Cabos o Cancún”, documentó El País.
Brignone, de 95 años, falleció el pasado 10 de enero, provenía de una familia de banqueros, artistas y promotores inmobiliarios. Será recordado por fundar Careyes
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