Federico Rubli, autor del libro "Yo estuve en Avándaro", recordó que se tenía pensado únicamente la participación de una o dos bandas para una fiesta, pero entre las agrupaciones se empezó a pasar la voz y se hizo un festival.
En entrevista para Periodismo de Emergencia, en El Heraldo Radio, el periodista, quien el 11 de septiembre de 1951 cubrió el festival para el medio "México canta", señaló que lo que unió a más de 300 mil personas fue el simple hecho de escuchar rock, pero que Avándaro jamás estuvo organizado para ser como el Woodstock mexicano.
Detalló que después del festival, el gobierno emprendió una campaña de desprestigio y quiso hacer creer a la gente que hubo peleas y conflictos, cosa que Rubli aclaró que no sucedió.
"El gobierno autoritario del PRI tenía miedo de ver que miles de jóvenes se congregaran en el mismo lugar, porque en ese momento todavía estaba reciente lo del 'halconazo' y lo ocurrido en Tlatelolco. Dijeron que los medios oficiales que había habido peleas y riñas, pero la verdad es que se trató de una reunión pacífica", expresó.
Federico Rubli dijo que a pesar de los intentos del gobierno por controlar la expresión de los jóvenes, "el rock era lo que más nos gustaba en ese momento y fue algo que dejó en claro esa generación".