La discusión sobre este tema parece muy confusa y abre distintas puertas para el debate entre grupos feministas, el movimiento LGBT + (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexo, queer y más), además de figuras políticas, activistas e interesados en el tema.
¿Cuál es del debate?
El debate actual se encuentra en la batalla por establecer quién determina el género y qué efectos tiene esto en términos legales y políticos.
La discusión se centra en la diferencia entre el sexo y el género, el primero es una ‘etiqueta’ que se nos asigna desde que nacemos, de acuerdo con factores fisiológicos como las hormonas, cromosomas, anatómicas, genéticas y desde luego los genitales.
Con estos rasgos físicos a los seres humanos se nos asigna el sexo, ya sea femenino o masculino y esta ‘etiqueta’ nos acompaña en las actas de nacimiento emitidas por el Estado.
Los factores que determinan el sexo asignado al momento del nacimiento comienzan tan pronto como la fertilización:
- Cada espermatozoide tiene un cromosoma X o Y. Todos los óvulos tienen un cromosoma X.
- Cuando el espermatozoide fertiliza un óvulo, su cromosoma X o Y se combina con el cromosoma X del óvulo.
- Una persona con cromosomas XX suele tener órganos sexuales y reproductivos femeninos y por ello se le suele asignar el sexo femenino.
- Una persona con cromosomas XY suele tener órganos sexuales y reproductivos masculinos y por ello se le suele asignar el sexo masculino.
Sin embargo, esto no es motivo para que no existan otras combinaciones de cromosomas, hormonas y órganos que pueden producir que una persona sea intersexual.
En este caso en particular, los padres pueden elegir si crían a su bebé como niño o niña, aunque cada vez hay más países (entre ellos México) en lo que no es necesario definir el sexo.
¿Y el género?
En tanto, el género es un tema todavía más complejo, que definir el sexo, el debate va por el lado de los atributos simbólicos ya sea políticos, económicos, jurídicos y culturales, que son asignados socialmente a partir de sus genitales, sin que se tomen en cuenta otras características sexuales.
Incluye roles y expectativas que la sociedad ‘espera’ que tengan los individuos de un grupo específico sobre conductas, características y pensamientos.
El ejemplo más claro son las ideas sobre lo que se espera que hagan hombres o mujeres cuando se reúnen, en cuanto a su comportamiento, forma de vestir y comunicación entre ellos, lo que en teoría nos daría la pauta para construir la concepción del género.
Y de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) el género como construcción social y cultural, además de psicológica no sustituye al sexo, es producto de un proceso de construcción social que se desarrolla a lo largo de la vida de los seres humanos y que cada sociedad, en cada época, considera es el adecuado tanto para hombres como mujeres.
¿Qué te parece?
Con información de BBC.com
BAR