Una nueva forma de interrelacionarse se ha impuesto como moda en este siglo XXI en muchas personas; los “Digisexuales”,un término asignado a aquellos que mantienen una relación con un holograma digital, un robot o una Inteligencia Artificial (IA), se trata de un escape social que mantienen muchos individuos, quienes han dejado de relacionarse con humanos y prefieren mantener relaciones cercanas, incluso íntimas con este tipo de recursos tecnológicos.
Este salto social es una de las corrientes que se unen a la era digital y tecnológica, en donde adquieren cada vez más espacios en la dinámica de vida de las personas y Asia destaca como el punto del planeta en donde mayor alcance van teniendo este tipo de manifestaciones. Ahí los robots y los hologramas se han integrado a la dinámica cotidiana de los individuos quienes ven en ellos un escape a su realidad.
Fue ha finales del año 2017 cuando investigadores de la Universidad de Manitoba y de la Universidad de Wisconsin-Stout publicaron un artículo en la revista “Sexual and Relationship Therapy”, en donde exploraron el concepto de la digisexualidad, término que definieron como el disfrute sexual apoyados con tecnologías que van desde juguetes sexuales con inteligencia artificial hasta robots adaptados como muñecas eróticas. Una realidad que ha cautiva a miles de personas en una sociedad donde el distanciamiento social es la regla.
Un término para las nuevas relaciones humanas
Como ejemplo, diversos medios a lo largo del planeta han retomado historias de personas que viven y mantienen relaciones humanas y sexuales con robots u hologramas, alguno de ellos tipo anime, tal fue el caso de Akihiko Kondo, un japonés que se casó con Miku, un holograma, en 2018. El hombre de 37 años fue entrevistado en aquel año por la CNN a quien declaró que “La sociedad te presiona para que sigas una determinada fórmula de amor, pero puede que no te haga feliz”.
Estas personas se llegan a enamorar de este tipo de tecnología artificial y la adaptan a su vida cotidiana y sexual, ya que son herramientas que pueden manipular a su antojo y adaptar sin mayor problema a sus vidas; sin embargo, con esto, sus relaciones humanas se ven limitadas, algo que no extrañan en absoluto, ya que es una de las particularidades que los caracterizan. Son personas que no extrañan el contacto humano, ni el sexual, por lo tanto recurren a este tipo de tecnología si es que tienen un fácil acceso a ella.
Como resultado del acompañamiento digital, la Digisexualidad se ha convertido en una tendencia que, mucho más allá de revolucionar la ciencia ficción, ha cambiado totalmente la manera en que las personas interactúan con los seres humanos. Ya que ahora tienen a su disposición un personaje que cubre sus necesidades elementales de compañía y atención, al cual pueden controlar en todo momento y disponer de él o ella en el instante que lo requieren.
No hay duda que con esto la tecnología se encuentra integrada al concepto de realidad que siempre hemos conocido, en donde las interacciones humanas son físicas y permanentes y nos lleva a imaginar lo que hasta hace poco tiempo parecían escenarios insospechados. Hay también quienes aseguran que es resultado del distanciamiento social que muchas personas han ido adquiriendo, algo nada lejos de la realidad, por lo que podemos analizar este fenómeno como una nueva asimilación de la adaptación tecnológica las realidades presentes de los individuos.
MP