Compuesta entre el periodo de 1932 a 1947, la canción ¡Qué chula es Puebla!, es una de las más populares de la entidad, de hecho se le considera como el himno no oficial del estado porque en su letra se plasma la belleza de los paisajes, los lugares, las calles, la calidad humana de los poblanos y la nostalgia que causa el alejarse de Puebla.
Aunque no se sabe con exactitud la fecha exacta de su lanzamiento se conoce que está canción fue compuesta por Rafael Hernández Marín, un puertorriqueño conocido como el Jibarito, quien llegó a México en 1932 para producir en programa en la XEW.
Fu en dicho lugar cuando conoció al poeta español Bernardo San Cristóbal, un director artístico de la XEW, quien también se involucró en la composición de ¡Que chula es Puebla!, incluso se han contado diversas historias en torno a esta canción ya que se decía que estaba dedicada a una enamorada poblana, sin embargo, lo único que es claro es que la letra resultó de este trabajo en conjunto entre Rafael Hernández y Bernardo San Cristóbal.
Tal fue la popularidad de la canción que en reconocimiento a Rafael Hernández se edificó en 1979 un monumento en Puebla en honor al compositor, este busto está ubicado en la Avenida de los Próceres, la 43 oriente-poniente.
Rafael Hernández se enamoró de México y la música que incluso se inscribió en el Conservatorio de Nacional de Música, lo cual lo llevó más tarde a dirigir una orquesta y crear bandas sonoras para diversas películas mexicanas, por lo que dejó un legado de más de dos mil composiciones entre estas el popular danzón Perfume de gardenias.
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