ESCAPADA H

Travesía por los tesoros naturales de Tamaulipas

Tamaulipas florece con impactantes paisajes repletos de verde y algunas de las sorpresas naturales más impactantes que existen en el país.

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TAMAULIPAS. FOTOS: CORTESÍACréditos: CORTESÍA

Cuando pensamos en Tamaulipas lo primero que evoca es un destino que tiene la mejor carne asada y mariscos de primera calidad, pero su secreto mejor guardado es sin duda alguna sus espacios verdes. 

Nuestros pasos aventureros llegan al primer destino: Caverna Los Cuarteles, un capricho de la naturaleza enclavado en la mitad del Rancho Bioventura. Escondido entre enormes árboles y un camino lleno de piedras, nos llevan a un sendero cuesta abajo que nos adentra en la calurosa boscosidad del terreno tamaulipeco. El acceso se empieza a vislumbrar y con él un cambio drástico de temperatura, pasando de 29 a 15 grados en cuestión de 20 pasos, mientras que la oscuridad nos comienza a cegar lentamente, las lámparas de nuestros guías se encienden para señalarnos el camino.

“Se le denomina como ‘Los Cuarteles’, ya que en la época de la Revolución los utilizaban para esconder el ganado robado, así como el oro. Se dice que aún hay tesoros enterrados aquí”, explica Fernando Oliveira, guía certificado de Aldama Adventours. 

Con paso firme y esperando no tropezar, el primer domo natural nos da la bienvenida, los rayos del sol penetran levemente para dar protagonismo a los imponentes higuerones que muestran sus largas raíces aferrándose al suelo de la caverna, como si se tratara de una historia de amor imposible que sólo la naturaleza ha logrado unir. La curiosidad nos adentra al corazón de la cueva en donde viven murciélagos, arañas, escarabajos, entre otros insectos, pero eso sólo es la punta de su majestuosidad, ya que la exposición de estalactitas de hasta 15 metros es hipnotizante pese a la falta de luz. 

Espejos de agua místicos

¿Sabías que el cenote más grande del mundo no está en Yucatán sino en Tamaulipas? Dentro del mismo rancho donde se encuentra La Caverna Los Cuarteles vive el cenote El Zacatón, un cuerpo de aguas sulfurosas considerado el más grande del mundo, ya que, hasta la fecha, nadie, ni los expertos y/o científicos, han podido conquistar su fondo. 

Su kilométrica vista es posible gracias a un escenario de madera, desde el que se aprecia su superficie y sus aguas verdosas en las que hay islas de zacate, una hierba verde y café que se encuentra flotando, de ahí, el nombre del cenote.

Campos tortugueros

Bajo un sol vibrante James H. Wright, director de planeación turística, nos recibe en Barra Soto La Marina, el centro tortuguero dedicado al cuidado de la tortuga Lola; entusiasta y con los brazos extendidos explica el especial cuidado de esta especie endémica. 

Con un nuevo día por delante, los expertos nos guían a un cuarto inmersivo en donde explican que en la zona de La Marina llegan dos tipos de tortugas: “Lora” y “Verde”; la Lora se distingue por desovar en plena luz del día y la “Verde”, sólo lo hace en las noche. Durante la explicación insisten en la importancia de no intervenir en el proceso de la liberación de la tortuga, ya que el hecho de tocarlas puede destruir un proceso biológico.

Tierra de emprendedores

Emprender y tener un gran orgullo nacionalista, es algo que tienen en común Ciro González,  dueño del criadero de camarones del Hotel Villas del Tordo, y Manuel Villarreal, presidente de la mezcalera Sierra Chiquita. 

Orgullosamente tamaulipecos, nos mostraron su visión al honrar al estado y preservar la cultura mexicana; por su parte, Ciro González nos abrió las puertas de las hectáreas de Barra dEl Tordo para hacer un recorrido, durante el cual nos explicó que inició su criadero en la pandemia y que gracias a la constancia y el esfuerzo que han puesto, ya han llegado al mercado internacional.

Sus camarones de ocho centímetros son populares entre los restauranteros, sin embargo, el centro camaronero no lo es todo, ya que a su cargo también tiene el Hotel Villas del Tordo, el cual cuenta con 15 villas exclusivas, 5 bungalows y un hotel con más de 20 habitaciones, cada una con una parrilla para hacer la "carnilla asada". 

Mientras que Manuel Villarreal ha dado un giro de 360 grados al negocio familiar del mezcal, el cual ha llegado incluso hasta el Vaticano. La marca Sierra Chiquita tiene más de 130 años y su proceso artesanal cautivó por mucho tiempo a los lugareños, debido a su 

elaboración en hornos de pozo cubiertos con piedras volcánicas, pero ahora la bebida espirituosa se abre terreno en el mundo mezcalero con una innovación poco convencional. Su cosecha “Doña Blanca”, la cual es almacenada en barricas de vino tinto durante 18 meses, tiene 45 grados de alcohol y aroma a vino tinto. 

Villarreal presenta una cata con comidas 100 por ciento tamaulipeca y cosechas jóvenes, para degustar al máximo la experiencia.

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