Este año se dieron a conocer unos populares juguetes conocidos como pulpos reversibles, los cuales tienen la característica de cambiar su estado de ánimo con solo voltearlos; ya sea en las redes sociales, en alguna tienda o incluso en la calle, seguramente los has visto ya.
Ha sido gracias a la gran popularidad que estos peculiares juguetes alcanzaron en internet que miles de personas salieron a buscarlos o los adquirieron por internet. Los pulpos de peluche se caracterizan por ser de diferentes colores, y tienen la particularidad de cambiar su estado de ánimo con solo darles la vuelta.
Poco a poco, las imágenes de los pupos reversibles llenaron las galerías de Instagram o fueron compartidos por Facebook consiguiendo que cada vez más personas desearan adquirir uno de estos peculiares peluches. Sin embargo, pocos conocen la historia que existe detrás de este peculiar juguete de moda.
El “objeto del deseo”
Ha sido durante esta pandemia que los pulpos reversibles se han convertido en todo un “objeto del deseo”, pero más allá de sus vistosos colores, estos peluches cuentan con una historia particular; fueron creados por la compañía “TeeTurtle”, bajo el eslogan “mostrar tu lado de ánimo al mundo”.
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No es un peluche común ya que fueron creados como un medio de comunicación dirigido a aquellos niños que sufren algún padecimiento que es impide comunicarse o desenvolverse en su entorno, tales como el síndrome de Asperger, déficit de atención o hasta niños con espectro autista.
Por lo que más que ser un juguete de moda, los pulpos reversibles son una herramienta de terapia para los pequeños, para de esta manera logren demostrar sus emociones y sentimientos. Sin embargo ha sido gracias a las redes sociales que su difusión se ha extendido y sus ventas de han disparado.