Las palomitas de maíz son una excelente botana, y un alimento saludable si no se consume en exceso y preparadas con poco aceite. Por ser tan populares desde hace muchos años existe la opción de prepararlas en el microondas, sólo basta meter un paquete y en unos minutos tienes un bowl lleno de estas.
La comodidad de preparar este alimento en poco tiempo ha hecho que las palomitas de microondas sean una opción muy utilizada, pero al ser un producto industrializado, muchas veces no sabemos de qué están hechas y que ingredientes contiene.
La versión más popular de está crujiente botana son las de sabor mantequilla, pero a pesar de su buen saber, tenemos que decepcionarte diciendo que en realidad no tienen mantequilla entre sus ingredientes.
¿De qué están hechas las palomitas de mantequilla?
De acuerdo con un estudio que realizó el Poder del Consumidor, las palomitas que se hacen en microondas contienen estos ingredientes:
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- Maíz
- Aceite de palma
- Sal
- Saborizante natural y saborizante artificial (mantequilla)
- Extracto de annato (colorante natural)
En su investigación, recalcan que en realidad no contiene mantequilla, sino que es aceite pintado de amarillo con saborizante de mantequilla.
Además, contienen aceite de palma, un ingrediente que ja causado mucha polémica en los últimos años por la forma de extracción, ya que ha contribuido a deforestar cientos de hectáreas de selva tropical. Añaden que por la forma en que se produce ese aceite pierde sus propiedades y podría generar daños a la salud, como enfermedades cardiovasculares.
Las palomitas de microondas también tienen grandes cantidades de sodio, que pueden llegar a cubrir casi el 50 por ciento del total recomendado para un adulto y el 65 por ciento de lo que se recomienda para un menor.
Su contenido de grasas también es alto, representando el 35.7 por ciento de la grasa total requerida para un adulto de acuerdo con la OMS. De grasas saturadas contiene 11.2 g, lo que cubre el 169 por ciento de la grasa saturada permitida para un adulto.
Pero no te asustes, no quiere decir que nunca debas volver a comerlas, sólo deberás consumirlas de forma mínima y mejor procurar prepararlas en casa, con poco aceite vegetal y una pizca de sal.