PIENSA JOVEN

¿Hay música que podría incitar a la violencia? Así es la influencia de ésta en nuestras emociones

La música afecta directamente nuestra alma

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Créditos: Foto: Freepik.es

Para afrontar correctamente la adversidad, y los tiempos de ansiedad, sobre todo los que vivimos por la pandemia del Coronavirus, debemos ser, conocer y controlar nuestras emociones. ¿Cómo hacerlo? En la música podemos tener una solución. 

Se cuenta que, en los últimos momentos de una noche de fiesta, cuando la música que sonaba incitaba a la violencia. Un joven vio a la mujer que amaba salir a hurtadillas de la casa de su enemigo. Lleno de furia, decidió que lo mejor sería quemar la casa de la joven. Afortunadamente un filósofo que se encontraba deambulando por la zona se topó con tan horrible situación. Él pidió al músico que cambiara de un modo frigio a una melodía con métrica tranquilizadora. El joven se calmó, tomó sus cosas y, con mal gusto, pero de manera pacífica, se fue a casa.

El filósofo que logró evitar la muerte de la joven se llamaba Pitágoras. Él decía que nuestras emociones y la música están íntimamente conectadas, como se puede ver en la historia del joven enamorado. Si escuchamos melodías como Wherever I May Roam, de Metallica nos predisponemos a la violencia; en cambio, si escuchamos La Bamba nos alegramos.

Uno de los más grandes retos que tenemos los humanos es el autoconocimiento, y dentro de éste, la cuestión de cómo nos relacionamos con nuestras emociones es una de las más complicadas. Cuando nos ponemos tristes se nos dificulta enormemente salir de la “depresión”, y cuando nos alegramos nos cuesta trabajo controlar nuestra torpeza. Al no saber cómo controlar o reaccionar a los sentimientos que tenemos, llegamos a reprimir toda emoción y sentimiento para tratar de llegar a una falsa ataraxia.

Me parece que escuchar música activamente puede solucionar muchos de los problemas emotivos que tenemos como personas. La música afecta directamente nuestra alma; de hecho, en nuestra vida diaria la música que escuchamos pasivamente nos muestra esto: cuando empezamos a trabajar escuchamos música rítmica para acompañar nuestra labor, y cuando estamos en una fiesta escuchamos música alegre para danzar y olvidamos nuestros problemas.

Al escuchar música activamente lo que hacemos es concientizar y afrontar todo lo que sentimos en ese momento: enojo, alegría, ansiedad, tranquilidad, amor, desprecio, etc. Al hacer esto repetidamente, cuando se nos presenten situaciones agravantes que nos entristecen, o nos hacen sentir aislados, como la pandemia que estamos viviendo; ya no reaccionaremos imprudentemente ante las desgracias. Si nos conocemos bien emocionalmente, seremos capaces de comportarnos un poco mejor a como lo haríamos si fuésemos extraños ante nosotros mismos.