CRIPTOMONEDA

El criptoarte y los NFT se venden en millones, pero no existen en el mundo físico; te explicamos de qué se trata

prácticamente cualquier bien digital puede ser un NFT o criptoarte; la idea es que cualquier “objeto” digital pueda usarse como moneda de cambio. 

TECNOLOGÍA

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Este es un NTF creado por la cantante canadiense Grimes. Foto: Twitter.

Los casos se acumulan y la gente pierde la cabeza: Grimes vendió en 5.8 millones de dólares en obras de criptoarte, y solo le tomó 20 minutos hacerlo. Lindsay Lohan hizo su propio NFT y alguien lo adquirió por 17 mil dólares, y Jack Dorsey, fundador de Twitter, puso en subasta su propio NFT, que consiste en su primer tuit hecho en la plataforma, pero… ¿De qué se trata todo esto?

Te preguntar ¿qué son los NFT y el ciptoarte? Pues bien, prácticamente cualquier bien digital puede ser un NFT. Ya sea un gif de Grimes que un tuit de Dorsey o una imagen pueden ser un non-fungible token (NFT), en este caso, el criptoarte sólo vendría a ser un sinónimo.  

La idea, se desconoce de dónde surgió con exactitud, es que cualquier “objeto” digital pueda usarse como moneda de cambio. Nada de lo que se comercia existe en el mundo físico.

¿Cómo es que es seguro?

Para poder vender estos NFT tienes que autentificarlos primero, no es como que puedas copiar el archivo de alguien más y ponerlo a la venta. Para validarlos entra en juego la tecnología de blockchain. Es fácil imaginar que las reproducciones en los NFTs son incluso más sencillas de hacer que de una pieza de arte "convencional", pero ello no quiere decir que sea imposible distinguir entre ambas. 

Y es que cada transacción se conserva como nodo de una red, en donde cada bloque tiene una copia que certifica la cadena de movimientos, tal y como sucede con los Bitcoin. El comprador recibe como un recibo de derechos. 

¿Una revolución en el mercado?

Aunque parezcan transacciones absurdas, de acuerdo con Bloomberg, se calcula que en 2020 el segmento recaudó cerca de 250 millones de dólares, un incremento del 300% respecto a 2019. Se ha comenzado a especular si este es un cambio financiero impulsado desde las comunidades más asiduas de las criptomonedas.

¿Será una nueva forma de entretenimiento?

Si un NFT puede ser prácticamente cualquier bien digital, no es descabellado pensar que este sea el inicio de una industria legal de consumo de audiovisuales en Internet. 

Leigh Cuen, reportera experta en temas de blockchain y criptomonedas, asegura que es una opción seductora para los creadores de contenido, pues se trata directamente con los usuarios, sin intermediarios, lo que repercute en más ingresos. Visto así, un NFT también puede ser una película, un álbum musical, una novela, etc. 

msb