El Museo Universitario Arte Contemporáneo presenta una mirada profunda al trabajo de Magali Lara, artista que ha construido una obra sólida, íntima y poética a lo largo de cinco décadas. Cinco décadas en espiral no es solo una exposición retrospectiva: es una narrativa visual que entrelaza como una línea que nunca se rompe.
Lejos de seguir una cronología convencional, la muestra arranca en el presente. Sus murales más recientes, etéreos y expansivos, marcan el inicio de un recorrido hacia atrás. A partir de ahí, el espectador se interna en un universo compuesto por cerámicas, libros de artista, diarios visuales y dibujos donde palabra e imagen se funden.
Desde los años setenta, Magali Lara ha hecho de la experiencia personal —el cuerpo, el deseo, la pérdida y el tiempo— un territorio artístico. Lo suyo no ha sido el grito, sino la constancia. Su obra no busca imponerse, sino hablar desde un lugar honesto y profundamente humano. Dibujar, para Lara, ha sido una forma de nombrar lo que aún no tenía nombre.
Aunque por mucho tiempo su trabajo fue leído con condescendencia, Lara se mantuvo fiel a su voz. En lugar de adaptarse a las corrientes dominantes, construyó una trayectoria coherente y persistente.. Ha hecho del arte un diálogo íntimo, una forma de resistencia silenciosa, pero firme.
Originaria de la Ciudad de México, Magali nació en 1956, fue pionera en hablar del cuerpo femenino y lo cotidiano desde una perspectiva libre de artificios. Egresó de la UNAM y se vinculó desde muy joven al movimiento feminista. Ha trabajado con dibujo, cerámica, animación, pintura y escritura. Su obra ha sido reconocida en México y en el extranjero, y forma parte de colecciones como la del Museo Tamayo, el MUAC y el Museo de Arte Moderno.
La exposición, que estará en el MUAC hasta el 19 de octubre, va del presente al pasado. Así muestra cómo ha cambiado el arte de Magali Lara y cómo vive el tiempo.
POR: MELISSA MORENO
@MELISSOTOTOTA
EEZ