Gran parte de la continuidad electoral de la 4t se debe a los programas sociales, los cuales han aumentado exponencialmente su alcance y financiamiento desde 2018, ningún otro partido en el gobierno destinó tantos recursos económicos en ayudas sociales como Morena, por ello es sencillo de entender que gocen de una base social amplia y bien aceitada a la cual pueden recurrir en cada proceso electoral.
Aunque la forma en que financian los programas sociales es constantemente criticada por sus detractores, poco o ningún efecto han tenido estos señalamientos en el ánimo del electorado; es de esperarse que Morena siga contando con el apoyo de gran parte de los mexicanos mientras que las ayudas económicas sigan llegando en tiempo y forma a millones de beneficiarios.
El expresidente López Obrador aprovechó los ahorros y la estabilidad económica que le fue heredada por gobiernos anteriores para materializar su política social, la cual requiere para seguir funcionando, que prevalezcan las condiciones económicas favorables para nuestro país, situación que hoy en día es incierta por las decisiones impredecibles que están tomando en los Estados Unidos.
Si los programas sociales tuvieran que disminuir el número de beneficiarios o el monto de los recursos, la parte de la sociedad afectada por los recortes no recibiría bien la noticia, se volvería mucho más crítica con el actuar del gobierno, las cosas que hoy parecen no importarles, adquirirían una nueva relevancia si les quitaran los apoyos económicos que les son entregados.
Actualmente parecen irrelevantes los excesos de algunos miembros destacados de la 4t, pero la situación puede cambiar rápidamente si las condiciones actuales se modifican, ante la posibilidad de una crisis económica que pudiera afectar a la mayoría; el dispendio de recursos, la soberbia y la falta de austeridad se convertirían en pecados imperdonables para el electorado de nuestro país.
En el gobierno federal parecen estar conscientes de la situación, les sería prácticamente imposible seguir teniendo ese nivel de gasto social si enfrentamos una recesión económica o si los aranceles llegan a materializarse, por eso su prioridad es mantener una buena relación con nuestro vecino de norte y tratar de corregir los excesos que cada día son más frecuentes en los miembros de su movimiento.
Durante las últimas semanas la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido especialmente crítica con la falta de austeridad y el dispendio de recursos, prueba de ello es el mensaje encriptado que envió a una senadora de su partido donde implícitamente le reprocha el uso excesivo de recursos económicos en su promoción personal. Fue a todas luces, un golpe sobre la mesa.
Embriagados por el poder absoluto, hay integrantes de la 4t que no parecen estar conscientes de los peligros que actualmente enfrenta nuestro país, aunque son políticos de larga carrera, el éxito les ha hecho perder la perspectiva de las circunstancias, las cuales se modificarían en su contra en caso de una crisis económica. No recuerdan la enseñanza que dejó el PRI de los 80s.
Ningún movimiento político es infalible a los bruscos cambios del viento, Morena es la respuesta natural a muchos años de excesos, pero si siguen cometiendo los errores del pasado, también podrían correr con la suerte de quienes les precedieron. La soberbia y la prepotencia, mezcladas con condiciones económicas desfavorables, será sin duda un motivo de rechazo por parte de los votantes mexicanos.
Ahí está el caso de Donald Trump, a quien se le perdonaban todos sus excesos cuando había dinero, pero cuando las
condiciones económicas de su país empeoraron, su popularidad cayó en picada. Algo similar podría pasar con algunos políticos de Morena, quienes parecen no entender a lo que se enfrentan, este es buen momento para recordarles el viejo refrán que dice: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
COLABORADOR
@HSERRANOAZAMAR
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