COLUMNA INVITADA

"Claudia Sheinbaum y madres buscadoras: la voluntad le abre camino a la esperanza"

La crisis de desapariciones en México es, sin duda, uno de los desafíos más dolorosos y complejos que enfrenta el país

"Claudia Sheinbaum y madres buscadoras: la voluntad le abre camino a la esperanza"
Foto: El Heraldo de México

La crisis de desapariciones en México es, sin duda, uno de los desafíos más dolorosos y complejos que enfrenta el país. Con más de 126 mil personas desaparecidas, este fenómeno ha dejado una huella imborrable en miles de familias que buscan desesperadamente respuestas y justicia. En este contexto, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado muestras claras de voluntad política al abrir espacios de diálogo con los colectivos de madres buscadoras, un gesto que no solo evidencia sensibilidad hacia las víctimas, sino también un enfoque humanista en la construcción de soluciones.

Para mi, como para muchos, la respuesta del gobierno es la respuesta de un gobierno humanista, sobre todo, considerando que las mesas de trabajo entre el gobierno federal y los colectivos fueron definidos como un reconocimiento del derecho que tienen las familias afectadas a ser escuchadas y a participar activamente en la creación de políticas públicas que atiendan sus demandas, y no como una graciosa concesión, ni mucho menos como una estrategia política. Este diálogo, hay que decirlo, simboliza empatía, además de un compromiso por construir puentes entre las instituciones y la sociedad civil, en busca de un objetivo común: enfrentar la crisis y garantizar justicia para las víctimas.

Las reuniones encabezadas por Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación, han permitido que las madres buscadoras presenten propuestas concretas, como el fortalecimiento del Banco Nacional de Datos Forenses, la eliminación del requisito de esperar 72 horas para denunciar desapariciones y el reconocimiento legal de su labor como auxiliares del gobierno. Estas demandas son un reflejo del profundo conocimiento que tienen los colectivos sobre la realidad que enfrentan día a día en su incansable búsqueda.

Por otra parte, algo muy valioso de estas mesas de trabajo es que ambas partes —gobierno y colectivos— se han sentado con el propósito de escucharse mutuamente y plantear soluciones. Este ejercicio no solo habla de sensibilidad política por parte del gobierno, sino también del compromiso genuino por encontrar puntos en común. En un país donde por décadas las divisiones han sido profundas, este tipo de encuentros representan una esperanza para construir acuerdos sólidos y duraderos.

En este contexto, no podemos pasar por alto la postura comprensiva y propositiva del senador Manlio Fabio Beltrones, quien ha reconocido la importancia del diálogo impulsado por Sheinbaum e incluso, ha abogado por un Parlamento Abierto para enriquecer las reformas legislativas. Beltrones, siempre vigente en los tiempos políticos que vive México, ha destacado la necesidad de incluir a los colectivos en el diseño institucional y legal, subrayando que cualquier solución debe partir del reconocimiento pleno de sus derechos, y añado, de reconocer que, si hay grupos organizados que conozcan sobre este asunto, son precisamente ellas, las madres buscadoras.

El trabajo conjunto entre el gobierno federal y los colectivos es una señal alentadora en medio de una crisis devastadora. Si bien aún hay mucho camino por recorrer, los avances logrados hasta ahora pronostican la posibilidad de lograr un gran acuerdo nacional que nos permita enfrentar las desapariciones con eficacia y humanidad. La inclusión activa de las madres buscadoras en este proceso no solo fortalece las políticas públicas, sino también la confianza entre las instituciones y la sociedad civil.

La presidenta Sheinbaum demuestra en los hechos que su gobierno tiene la capacidad de escuchar y actuar con sensibilidad frente a uno de los problemas más graves del país. Si este esfuerzo se mantiene y se traduce en acciones concretas, México podría estar ante un momento histórico: el inicio de una verdadera transformación en la manera de enfrentar la tragedia de las desapariciones.

POR: JORGE ARGÜELLES VICTORERO

COLABORADOR

@JORGEARGUELLESV

 

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