Historia de la silla

No estás solo, Cuau

Las y los diputados de Morena sabían lo que debían hacer, pero no lo hicieron, o más bien, no pudieron hacerlo

No estás solo, Cuau
Homero Niño de Rivera / Historia de la silla / Opinión El Heraldo de México. Foto: El Heraldo de México

“¡No estás solo!”, le gritaron las mujeres de Morena a Cuauhtémoc Blanco la semana pasada en la Cámara de Diputados, luego de que fue acusado de violación por su media hermana. 

Una expresión que se usa para ofrecer solidaridad a las mujeres víctimas de violencia, de acoso, de abuso; ahora usada para apoyar a un diputado de Morena acusado de tentativa de violación. El mundo al revés.

“¡No estás solo! ¡No estás solo!”, gritaban eufóricas las diputadas de Morena arropando al acusado en la tribuna. Y todo el país observando sin creer lo que estaba pasando. La prepotencia llevada a extremos inimaginables. Demencial.

Y es que Morena lo defendió sin pensarlo dos veces, contrario a lo que marca el protocolo feminista en estos casos: en principio, hay que creerle a la víctima. Pues aquí no, aquí se le cree primero al hombre poderoso que, siendo gobernador, dice la acusación, intentó violar a una mujer.

Ricardo Monreal tuvo el atrevimiento de decir que las diputadas que defendieron a Cuauhtémoc Blanco eran unas heroínas. Es la borrachera del poder. Y es que siguen actuando igual que desde que ganaron las elecciones pasadas en 2024. ¿Por qué lo haces? Porque puedo. 

Morena está dirigido por una mujer, Luisa María Alcalde Luján, que obviamente guardó silencio en público ante esta desfachatez, pero sí instruyó a los suyos para que defendieran a su exalcalde, exgobernador y ahora diputado federal. 

Que lo defendieran sin importar lo que hubiera hecho, pésele a quien le pese. Es un violentador, pero es nuestro violentador, seguramente les dijo la señora Alcalde Luján.

Y es que hay que recordar que Morena le regaló una diputación plurinominal a este personaje que tiene una lista enorme de acusaciones, de todo tipo: desvío de recursos públicos, relación con el crimen organizado, violencia sexual, y un largo etcétera. Pero se llama Cuauhtémoc Blanco y Morena lo hizo diputado, y ahora lo protege. 

Pero cuál era el riesgo de retirarle el fuero a Cuauhtémoc Blanco, por qué prefirieron tragarse ese sapo y hacer el ridículo, qué es lo que hay detrás de todo esto, por qué les da tanto miedo que este personaje, que ya es impresentable, pueda ser acusado y, en todo caso, procesado.

Nadie estaba culpando al señor Blanco de nada, lo único que se buscaba era ponerlo en igualdad de condiciones ante la ley, quitarle la inmunidad procesal para que se defendiera en los tribunales, igual que cualquier otra persona hubiera tenido que hacerlo.

Blanco tiene derecho, obviamente, como cualquier ciudadano, a ser considerado inocente, mientras se le demuestra lo contrario. Quitarle el fuero no era declararlo culpable, eso no puede hacer la Cámara de Diputados, era solamente aceptar que se sometiera a un juicio y que eventualmente un juez decidiera. 

Las y los diputados de Morena sabían lo que debían hacer, pero no lo hicieron, o más bien, no pudieron hacerlo. Como decía Montesquieu, la libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer. Y los legisladores de Morena no son libres. 

El problema es que este gobierno busca que tampoco seamos libres el resto de los mexicanos, porque de eso se tratan los regímenes autoritarios. Aquí se hace lo que yo diga y punto.

Homero Niño de Rivera

Diputado Federal

@HomeroNR

EEZ

Temas